Nunca el nombramiento de un director general del Gobierno de Aragón había levantado tantas ampollas entre trabajadores de la institución o entre aquellos relacionados con la labor que debe gestionar. Humberto Vadillo, nuevo director general de Cultura del equipo de Luisa Fernanda Rudi, lo ha logrado y además en un tiempo récord. El 3 de agosto fue nombrado, dos días después, la cultura aragonesa, a la que calificó de titiriteros, ya se mostró soliviantada por sus declaraciones contra la fabla aragonesa, contra el autonomismo, contra las subvenciones, el mecenazgo de artistas, etc. CHA exigió su dimisión y se creó una cuenta en Facebook con el título Vadillo dimisión, del que ayer formaban parte 995 personas. Vamos, que no se ha ganado muchos amigos (en la red social solo tiene 311).

Y ahora se ha cobrado su primera víctima política. Pilar Navarrete le presentó a mediados de agosto su dimisión como directora de la Biblioteca de Aragón porque entre ambos "hay demasiadas diferencias como para poder empujar un proyecto juntos".

La exdirectora general de Cultura del Gobierno socialista asegura que solo han tenido una "reunión administrativa" y que aunque incluso algunos de sus criterios "puedo compartirlos en parte", como el proteccionismo cultural, porque "yo he sido bastante reacia a mantener las subvenciones como un sistema mimético y creo que hay que regularlas muy bien". Sin embargo "sus posiciones son excesivamente extremadas como para que pudiéramos llegar a un punto en el que pudiéramos entendernos".

Navarrete no ha entrado en el grupo de Facebook que pide la dimisión de Vadillo donde personalidades de la Cultura y también anónimos recuerdan sus perlas en blogs, porque de momento, no ha hecho declaraciones.

Fuentes del Gobierno de Aragón aseguraron que "respetan" la decisión de Navarrete, que comunicó a Vadillo su decisión hace dos semanas; y que en ningún momento este se había planteado "su cese".