Jan Utzon, hijo y socio del arquitecto Jorn Utzon, recibió ayer en nombre de su padre el premio Pritzker 2003 en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. El galardón, considerado como el Nobel de la arquitectura, premia el trabajo del danés, que a sus 85 años es mundialmente conocido por ser el autor del edificio de la Opera de Sydney. Ayer no pudo asistir a la ceremonia por problemas de salud.

Los Reyes presidieron la entrega junto a Thomas J. Pritzker, responsable de la Fundación Hyatt y creadora del premio, y Lord Rotschild, presidente del jurado. El resto de los miembros del jurado, a excepción de Giovanni Agnelli --que falleció recientemente--, asistieron a la gala: Frank Gehry, que recibió el Pritzker en 1989, Ada Louise Huxtable, Carlos Jiménez, Jorge Silvetti y Bill Lacy.

El monarca alabó las obras de Utzon y las calificó de "directas, frescas, respetuosas y atrevidas, inesperadas y lógicas al mismo tiempo". recordó que Utzon siempre se define como un constructor y añadió que lo es de "sueños convertidos en realidades".

Lord Rotschild declaró que Utzon no aparecía hasta hace pocos años en la bibliografía sobre arquitectura porque no publicaba ni se había dedicado a dar clase. Por ese motivo, dijo, "se ha tardado demasiado en entender su importancia". El presidente del jurado explicó que el español Rafael Moneo, que lo ganó en 1996, le comentó que el galardón obtenía más prestigio con la eleccción de Utzon.

Jan Utzon recordó que sus inicios fueron difíciles en la Dinamarca de la posguerra y que, por la crisis económica, se dedicó a participar en muchos concursos. y que, cuando ganó el de la Opera de Sydney, "el mundo se abrió de una forma inaudita para él". Utzon indicó que la vida de su padre ha estado llena de experiencias positivas, "a pesar de la conclusión prematura del trabajo de la Opera de Sydney", que abandonó en 1966. En Mallorca, donde vive desde hace 25 años, el danés colabora con artesanos locales que cuando le ven entrar en sus talleres, saben que se le ha ocurrido una idea durante la noche. En una nota entregada a su hijo, el premiado agradeció el Pritzker "porque hace que la gente sea consciente de la importancia de la arquitectura".