"Porque en el teatro se dice la verdad y no hay muchos lugares donde se pueda decir. Por eso, no creo que no tengan una intención medida las agresiones de las administraciones. No tengo confianza en que esto vaya a ir mejor en un periodo corto de tiempo, pero hay que pelear todos unidos". El director de escena Mariano Anós fue la punta de lanza de una gala del teatro reivindicativa que se celebró ayer con motivo de su día mundial en el Teatro de las Esquinas, organizada por Ares.

Un acto en el que hubo tiempo para casi todo. Para reivindicar. Por la gala pasaron personajes como el 21% del IVA, Mariano Rajoy, Angela Merkel y hasta Benedicto XVI (que fue el encargado de copresentar el acto junto a Jaime Ocaña ya que "un bolo es un bolo", y de leer el manifiesto del teatro redactado este año por Darío Fo). Pero también hubo un hueco para disfrutar. Por el escenario de las Esquinas hubo actuaciones de todo tipo de la mano de Juako Malavirgen, Pepín Banzo, Artea y su Click clown, Titiriteros de Binéfar (con su leyenda del bandido Cucaracha), Javi Aranda (que realizó un preciso espectáculo de Microteatro en el que puso en escena una versión reducida de Hamlet), y del Kabaret Kosako de Teatro Che y Moche.

RECONOCIMIENTOS También hubo momentos para reconocer el trabajo bien hecho. El de Mariano Anós (Premio Trayectoria Relevante en las Artes Escénicas), el de la Marea Verde (Mejor Iniciativa Educativa Solidaria), el de + Cultura (Mejor Iniciativa Cultural Solidaria) y el del Microteatro (Mejor Iniciativa Teatral de Subsistencia). Y para un homenaje sentido. El que se rindió al recientemente fallecido Mariano Cariñena de la mano de Mariano Lasheras, de Los Navegantes, que recordó que Cariñena les ayudó a fundar Pingaliraina, el germen de su compañía actual. Lasheras quiso recordar la figura del director de la "mejor manera posible", contando la leyenda del herrero zaragozano que, de la mano del fallecido, Pingaliraina transformó en su primera producción.

Durante toda la gala planeó el fantasma del 21% y, en este hecho, se basó el discurso de la presidenta de Ares, María López-Insausti, que comenzó su intervención con el poema Apología y petición, de Jaime Gil de Biedma, y en el que, además, quiso recordar que Ares realizó durante el 2012 "más de un millón de actuaciones por España y fuera de ella y movió un volumen de negocio de 1.900.000 euros", lo que demuestra, a su juicio, que el teatro es "capaz de generar riqueza social".