Una historia a caballo entre Palmeras en la nieve, de Luz Gabás y El tiempo entre costuras, de María Dueñas, vino a presentar a Zaragoza ayer el escritor valenciano Emilio de la Fuente. Concretamente, el acto de presentación de Fotografías en blanco y negro tuvo lugar en el colegio La Salle Gran Vía de la capital aragonesa.

La novela Fotografías en blanco y negro, que supone la primera incursión del valenciano en la narrativa, está ambientada en 1987 y cuenta la historia de un joven valenciano llamado Edson que descubre unas fotografías antiguas de su padre y de su abuelo. A causa de este hecho, Edson se embarca en un viaje a Guinea, donde descubre el pasado como guardia civiles de sus familiares, cómo vivían y qué ocurrió en aquel país. "Lo que he pretendido es que la gente vea que tenemos olvidadas lo que eran las colonias españolas", expresó el propio autor. Y matizó que, por un lado, la novela cuenta "lo que ocurrió durante la guerra civil en Guinea, y por otro lado relata el tema de la independencia en aquel territorio". De esta manera, la historia es un compendio de novela histórica, novela de viajes y costumbrista. Aunque el escritor define la novela como "una historia de amor" ante todo.

CRÍTICA A LA HISTORIA Pero tras la trama aventurera, Emilio de la Fuente también aprovecha para hacer "crítica al tema colonial y a los libros de Historia, que han pasado de este asunto en España".

Emilio de la Fuente trabaja en la enseñanza, en el colegio de secundario La Salle de Paterna. Además de ello, el valenciano estuvo en Guinea dando clases de voluntariado con una oenegé, hace ya bastantes años. Tras ello, ha viajado a todos lugares en proyectos de cooperación pero Emilio de la Fuente expresó que "Guinea siempre me dejó marcado y por ello decidí escribir una novela".

Aunque en la historia el autor plasma "las anécdotas, los sentimientos y las vivencias" que vivió en su viaje a Guinea, aclaró que "no es una historia autobiográfica". A pesar de que en la novela aparecen muchas escenas que el escritor vivió allí, reconoció con sinceridad que "no me identifico con el protagonista". Además, en su estancia en el país vivió en la selva, por lo tanto, para escribir el libro, el escritor reconoció que tuvo que trabajar y documentarse "sobre la geografía y la historia de las ciudades" del país.

El hecho de presentar su novela Fotografías en blanco y negro en la capital aragonesa surgió de la idea de una compañera del escritor que trabaja en el colegio La Salle de Zaragoza, donde se celebró ayer la presentación. Fue tiempo después, aseguró, cuando descubrió que "hubo muchos aragoneses, sobre todo de valles oscenses, que estuvieron trabajando en Guinea", después de volvieron a Barcelona, después de hacer "una gran fortuna" en Guinea.