El ahora trío musical argentino Erreway batió anoche todos los records de decibelios en el Príncipe Felipe. Y no fue precisamente por la potencia de sonido, que se quedó incluso un poco escasa para el pabellón, sino por los chillidos. Los gritos, casi histéricos, de las casi 7.000 adolescentes (algunos chicos y adultos había, es verdad, pero en franca minoría) que acudieron a ver y adorar a sus ídolos ayer por la noche.

Felipe Colombo, Benjamín Rojas y Camila Bordonaba, los tres componentes de la formación presentes en esta gira española, comenzaron ayer el recital con adelanto respecto al horario previsto, pero a nadie le importó. Para esta clase de eventos, que se nutren de fans casi enloquecidas, los horarios son lo de menos. De hecho, desde esta mañana la serpiente que formaban los jóvenes en la cola se confundía con los compradores del rastro. Pero cualquier esfuerzo es poco, todas las horas son bien empleadas si garantizan un sitio en primera fila, en la misma valla de seguridad. Los cardenales, fruto de los empujones, ya se curarán; pero el recuerdo del concierto sí que será imborrable.

UN GRAN MONTAJE

A pesar de los citados problemas de sonido, nada serio, el espectáculo y la ilusión de los seguidores hicieron que todo fuera casi perfecto. Ya antes del comienzo, los gritos anunciaban cualquier pequeño cambio, desde el apagado de las luces a un anuncio de megafonía. Cuando cayeron las tres lonas que hacían las veces de telón, y dejaron al descubierto a los protagonistas, ya fue el delirio; claro que los tramposos de los laterales del escenario ya habían avisado de la presencia de los músicos-actores.

Sin saludo de por medio, la música de Rebelde Way, el primer tema, atronó el pabellón. Sirvió para recordar de donde salió el fenómeno de Erreway, de la serie argentina por la que todos los fans les conocen. De hecho, había tantos coros para Marizza, Manuel y Pablo (sus personajes) como para ellos. Tras romper el hielo, sin apenas tiempo para un "buenas noches, Zaragoza" llegó el segundo tema, y todos corearon Hoy es el punto final de tu miedo....

Después sí hubo tiempo para el saludo en condiciones. "Al fin nos vemos, Zaragoza", gritó Benjamín Rojas. Quizá para él fuera hablar por hablar, pero desde luego en la cara de las jóvenes sí se dejaba ver las ganas que tenían de verlo. A él y a todos; pero eso no pudo ser.

AUSENCIA

Lamentablemente para muchos, sobre todo chicos, la bella Luisana Lopilato no ha podido acudir a esta gira española, "por motivos de salud". Los fans ya lo sabían, por supuesto, pero a la mayoría no parecía importarle. "Es la más guapa, y canta muy bien, pero si no ha podido venir da igual, los demás también lo hacen muy bien", comentaba Claudia, de 12 años. Y la verdad es que el trabajo de Camila Bordonaba, que se multiplicó para suplir la ausencia de Lopilato, fue más que suficiente.

Y así se fueron sucediendo las canciones (Estar seguro, Te soñé, ¿Quién inventó el adiós?...), entre gritos, palmas y coros. Alguna carrera de Felipe Colombo, que pareció coger desprevenido a los propios miembros de la seguridad, y algún desmayo o intento de asalto al escenario de las fans, fueron los habituales problemas que afrontó la organización. Por poner algún pero, quizá faltó algo de complicidad entre los de arriba y los de abajo. Pero seguro que los fans no opinan lo mismo.