Belén Luque dirige el Museo Diocesano de Jaca que actualmente acoge la exposición de Luis Delgado Instrumentos Sagrados. La voz del ritual, dentro de la programación del Festival Internacional en el Camino de Santiago de la Diputación de Huesca. Hasta el momento, más de 7.500 personas ya han disfrutado de ella, muestra que ha convivido en el mismo espacio con otras actividades culturales como el desfile de trajes medievales o el recital El alma en vilo.

-La voz del ritual. Elija y comente tres instrumentos.

-Uno de los que más me ha impresionado es el llamado Silbato de la Muerte de México pues, a pesar de su reducido tamaño, es verdad que produce un sonido aterrador. La belleza de las decoraciones de marfil de cualquiera de los instrumentos hindúes, como el Esraj o la Vina y el Sheng japonés o pequeño órgano de boca hecho con tubos de bambú, que se utilizaba varios siglos antes de que en occidente hubieran aparecido nuestros órganos portativos.

-¿Qué valor añadido incorpora esta exposición a la labor del Museo Diocesano?

-Sin duda, es un maravilloso complemento a la ya de por sí valiosa colección de arte medieval del museo. Creo que es fundamental que en los museos de arte entren otras disciplinas artísticas como la música. Pero es que, además, la belleza intrínseca de los propios instrumentos musicales hace que cada uno de ellos pueda ser considerado una auténtica obra de arte.

-¿Bajo qué criterios ha crecido el Museo Diocesano de Jaca desde su reapertura de 2010?

-Bajo los criterios de cuidado de la colección, investigación de sus piezas y su difusión, no sólo en medios eruditos y especializados, sino intentar llegar a todo el público en general y a segmentos de edad muy variados. Para ello se han creado toda una serie de cursos, conferencias, materiales didácticos, presencia activa en redes sociales, visitas guiadas a la ciudad de Jaca, etc. así como exposiciones temporales que nos han permitido acerarnos a cada vez más público y más joven. Pero somos conscientes de que todavía nos queda mucho por hacer.

-Los capiteles de la catedral de Jaca siguen inspirando actividades, como el taller de danzas o el desfile de trajes medievales.

-Tenemos la inmensa fortuna de que una pieza clave del románico internacional como es el Capitel del Rey David y los Músicos se haya conservado en perfecto estado hasta el siglo XXI. La orquesta musical, que hace 900 años inspiró al llamado maestro de Jaca para esculpir esta obra maestra, continúa más viva que nunca puesto que durante los dos últimos veranos hemos podido ver como las exposiciones de instrumentos musicales -con motivo del festival En el Camino de Santiago- nos permiten admirar a tamaño real sus instrumentos e incluso escucharlos. Tener el placer de contemplar de cerca este capitel, y ver cómo cada músico hace sonar su instrumento al ritmo que les marca el director de orquesta que es el rey David, es un privilegio que nadie debería perderse.

-¿Y cuál sería la singularidad más reseñable sobre los fondos permanentes del Museo Diocesano? Una visita también siempre obligada.

-Este museo está considerado como uno de los centros más importantes del mundo en lo que se refiere a la pintura mural medieval pero, además, hay muchas otras piezas como capiteles -del rey David y el del sátiro, por ejemplo- rejas románicas, tallas medievales, tablas góticas, etc. que completan la colección y la enriquecen. Además, desde la remodelación de 2010, el museo cuenta con audiovisuales, luces y sonidos que trasladan al visitante al corazón de la Edad Media y lo hacen un museo apto para todos los públicos. A ello debemos sumar la privilegiada ubicación del Museo Diocesano de Jaca en el claustro de la Catedral de Jaca, monumento clave del románico internacional y del Camino de Santiago.