La última obra de León Arsenal, Última Roma, además de tratarse de un testimonio de los últimos suspiros del imperio romano en "una época de convulsión, de disgregación e integración" es la primera novela histórica con realidad digital. "Un libro incrustado en la red gracias al código QR". Arsenal presenta este proyecto en el que según reconoce ha trabajado "al límite literario" y además desvela en qué consiste esta nueva literatura.

Las páginas de última Roma surgen de las entrañas de la caída del imperio romano. El estado ya no existe, pero la cultura sigue viva en la Hispania del siglo VI. Un momento "convulso, de caos" en el que combaten visigodos, suevos, la antigua nobleza romana mientras que el imperio de oriente quiere recuperar las tierras de occidente. "Es la historia de la última Roma, como dice el título, y de aquellos que creían en su restauración incluso un siglo después de su fin.

La historia está protagonizada por múltiples personajes como Basilisco, un funcionario imperial; Claudia Hathwyfar, Mayorio o el rey godo Leovigildo. Como afirma el autor, toma como ejemplo a los grandes maestros de la literatura y retrata a las "convulsiones y tragedias históricas a través de las convulsiones y tragedias de los personajes. Son la metáfora de toda una era".

Pero la obra no se limita a las páginas del papel, sus paisajes, historias e intrigas se expanden a la red transportados por los códigos QR, "que redirigen a través de una aplicación gratuita para smartphone a páginas web", tal y como explica Arsenal. "No solo se trata dar material adicional, sino que el papel se vincula realmente a la red".

PAPEL 2.0 Haciendo gala de que las nuevas tecnologías no son enemigas del papel, los códigos presentes en el libro enlazan con ensayos, vídeos de Youtube o con las propias redes sociales del autor y con el añadido de que estos contenidos están disponibles en varios idiomas. "Hemos explorado todas las posibilidades del lenguaje narrativo, mezclando lo literario con lo audiovisual". Sin embargo es necesario aclarar que el libro tiene vida propia y "se puede leer igual que un libro tradicional, con el añadido de que abre las puertas de la red a temas relacionados con la novela y su contexto histórico", como afirma Arsenal. "Sería un error que quienes no usen un smartphone se quedasen con una historia incompleta".