Con Verano 1993 de Carla Simón en plena carrera para representar a España en los Oscar, las cifras en la industria cinematográfica española de 2016 reafirman la brecha entre hombres y mujeres: ellas representan el 26% del sector. «Las cosas no están cambiando en el sector cinematográfico. O tomamos medidas o esto va a seguir así», aseguró ayer en Madrid Sara Cuenca, autora de La representatividad de las mujeres en el sector cinematográfico español, un informe anual elaborado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (Cima).

El análisis, que en esta edición mantiene idéntico el dato global con respecto a 2015 -74 % de hombres en puestos de responsabilidad en el cine frente al 26 % de mujeres-, se ha realizado sobre los 154 largometrajes presentados a las nominaciones de los 31 premios Goya.

UNAS CIFRAS LLAMATIVAS / Un total de 2.270 personas desarrollaron diferentes cargos de responsabilidad en esas producciones analizadas y, de ese conjunto, 595 fueron mujeres y 1.675 hombres, unas cifras «llamativas» también para Óscar Graefenhain, director del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), presente en el acto junto a Virginia Yagüe, presidenta de Cima.

Según el informe de Cima, diseño de vestuario y maquillaje y peluquería, 83% y 75%, respectivamente, son los oficios cinematográficos más copados por mujeres, frente a la casi nula presencia en dirección de fotografía (2%), efectos especiales (3%), sonido (7%) o composición musical (8%).

«Tenemos una tradición, unos valores de género que favorecen que las mujeres tengan este tipo de cargos, mientras que los puestos de liderazgo y toma de decisión o los más creativos los copan los hombres», apuntó Cuenca.

Aparte de esos oficios polarizados, otros como el de la producción consiguieron mayor representación femenina en 2016 con respecto al 2015 -se ha pasado del 24 al 26%-, mientras que dirección ha caído tres puntos -del 19 al 16 %- y guion ha aumentado del 12 al 15% de mujeres en las cintas analizadas.

El estudio también analiza los costes reconocidos de estas producciones -«no ha sido posible acceder a los presupuestos reales», dijo la autora-, y desveló que los largometrajes dirigidos por mujeres cuentan con un coste medio reconocido de 820.712,35 euros menos que los trabajos dirigidos por hombres. «Las mujeres directoras trabajan históricamente con menos dotación de presupuesto», aseguró Yagüe, quien añadió que el estudio arroja «datos desalentadores» que la sociedad «debería plantearse».

En cuanto a la compra de derechos y coproducciones por parte de las cadenas televisivas públicas y privadas, el 17% estaban dirigidas por mujeres: 8 de las 34 cintas en las que participó RTVE las dirigieron mujeres; en Atresmedia Cine la cifra pasa a una de 14 producciones; y Telecinco Cinema coprodujo en 2016 un total de 4 películas, todas ellas dirigidas por hombres.