El escritor aragonés con más popularidad de todos los autores del siglo XX. «Ni Sender tuvo de lejos su popularidad». Así de rotundo se refirió ayer Javier Barreiro a Joaquín Dicenta en la inauguración de la exposición El corazón rebelde en la Biblioteca de Aragón que él mismo ha comisariado con motivo del centenario de la muerte del escritor y periodista. Un acto al que también asistió el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín.

Juan José, estrenada en 1895, se convirtió en la punta de lanza del teatro obrero en una España de entresiglos en la que Dicenta se convirtió en un ídolo de masas. «Independientemente de que no se adscribió a partidos políticos ni a ninguna asociación que no fuera la de autores fue un hombre que defendió las ideas republicanas, la libertad de la mujer, la educación popular… Fue el emblema de las aspiraciones obreras en la España de finales del XIX y principios del XX. Un miembro de la bohemia dorada, cercano a los barrios bajos y a las tabernas».

PANELES Y FOTOGRAFÍAS

La exposición es una muestra bibliográfica compuesta por paneles explicativos y material fotográfico que pretende ahondar en la vida del autor bilbilitano y rendir homenaje a la figura del escritor aragonés. En total más de 30 imágenes y caricaturas que recorren la vida familiar y laboral de Dicenta. Además, la muestra se completa con 45 ejemplares destacados de su obra que han sido cedidos por la Red de Bibliotecas del Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ), propietarios privados y el fondo del comisario de la exposición, Javier Barreiro. También, se pueden conocer objetos materiales que hacen alusión a la vida de Joaquín Dicenta, como fotografías que él mismo utilizó de postal y recuerdo, o una capa que ha sido elaborada por Capas Seseña para la exposición con el mismo patronaje que la que utilizaba el ilustre aragonés. «Con esta exposición, la biblioteca cumple con uno de sus objetivos que tiene que ser difundir la obra de autores aragoneses. Dicenta es alguien que triunfó en vida y que luego la historia ha hecho que perdamos su sendero e importancia», explicó Nacho Escuín.

Y es que Dicenta pasó de la popularidad en vida al más grande de los olvidos: «El año de su muerte, 1917, es el de la revolución rusa, muchas de sus ideas van a tener su curso durante los dos próximos decenios. Luego viene el franquismo y, evidentemente, no pudo acoger a Dicenta. Y cuando acabó el franquismo, a pesar de que estuvo muy cercano al PSOE, no fue una figura que se reivindicara. Fue una figura casi totalmente olvidada y buena prueba de ello es la escasa bibliografía que deparó. Ha llegado la hora de volver sobre él y reivindicar su faceta menos estudiada que es el periodismo y creo que la más importante. Aunque su Juan José fue la obra más representada del teatro español hasta la guerra civil, después del Tenorio, porque se representaba todos los primeros de mayo en los ateneos libertarios, círculos obreros…».

En el transcurso de este año y el que viene, se editarán varias publicaciones como una antología completa editada por Renacimiento bajo el título Espumas y plomo -Cartas sin sobre- y otras crónicas sociales, Crónicas de viaje y Obras autobiográficas, editadas por Larumbe y también se editarán las actas de las jornadas que serán hoy, el jueves, el viernes y los 24 y 26 de este mes en la propia Biblioteca de Aragón.