René Fernández Santana, premio Nacional de Teatro en Cuba, y Armando Morales, director del guiñol nacional de Cuba --dos grandes dramaturgos y maestros titiriteros de la isla caribeña-- serán los embajadores de la segunda edición del Festival Iberoamericano de Teatro para niños que se celebrará en Zaragoza desde mañana hasta el 8 de diciembre. En él participarán doce compañías, seis nacionales y seis internacionales, que pondrán en escena 15 . En total 31 representaciones, de las cuales 17 serán gratuitas.

La programación teatral comenzará mañana a las 18.30 horas con Una niña, Premio Fetén 2014, del Teatro La Rous. Paralelamente, en Puerto Venecia, a las 18.30 y a las 19.30 horas, se representará, gratuitamente, Las aventuras de Pelegrín, de la mano de Teatro Arbolé. Al día siguiente, a las 12 y a las 18 horas respectivamente, le tomará el relevo el teatro cubano con Caperucita Roja y El panadero y el diablo. Los géneros de las obras discurrirán desde el teatro para bebés hasta los microtíteres latinos. Todas las funciones tendrán lugar en el Teatro Arbolé, en Puerto Venecia y en el Parque del Agua.

EXPOSICIÓN Y CURSOS

Simultáneamente, se inaugurará la exposición Los títeres cubanos de acá y de allá. Esta demostrará "la relación de 20 años entre Arbolé y Cuba", según el gerente de Teatro Arbolé, Esteban Villarrocha, con un recorrido a través de sus muñecos y sus carteles. Esta se podrá visitar hasta el 8 de diciembre. Para los profesionales del títere, los dos maestros cubanos impartirán del 1 al 5 de diciembre un curso intensivo del que las plazas "están completas", explicó Esteban Villarrocha.

Esta edición se ha impulsado gracias a la colaboración de Teatro Arbolé, Zaragoza Cultural, el Ministerio de Cultura y el centro comercial Puerto Venecia. Para Ana Vieitez, directora de marketing de Puerto Venecia, esta iniciativa es una forma de "hacer ciudad y de acercar el teatro a los clientes". Por su parte, el titiritero Armando Morales destacó el trabajo de Arbolé que considera "una puerta de entrada para los titiriteros latinos". Así, el festival sitúa a Zaragoza en el mapa internacional de los festivales para niños y jóvenes y proporciona un intercambio cultural.