Como grabador iguala a Goya y se aproxima a Rembrandt». Esa es la definición que hizo el gran crítico francés Théophile Gautier en 1870 sobre Mariano Fortuny Marsal, artista catalán muy conocido en Europa en el siglo XIX, dedicado sobre todo a la pintura y los grabados. Ahora la sala Ignacio Zuloaga de la localidad zaragozana de Fuendetodos acoge, desde ayer mismo hasta el día 8 de enero, la exposición Mariano Fortuny. Aguafuertes. 1861-1874. Esta reúne 29 grabados del artista, prácticamente la totalidad, ya que en total eran 35.

«Se trata de uno de los grandes grabadores españoles, quizá no a la altura de Goya pero sí a la de Picasso», aseveró Marc Ferran, director del Instituto Municipal de Museos de Reus (institución que ha cedido las obras expuestas), en la inauguración oficial de la muestra en el edificio de la Diputación Provincial de Zaragoza, junto al coordinador del área de Cultura y Patrimonio de la DPZ, Juan José Borque, el gerente del Consorcio Cultural Goya Fuendetodos, Ricardo Centellas.

«Fortuny tuvo la mala suerte de morir joven, lo que truncó su carrera como artista; su carrera hubiera tenido más presencia en la historia del arte contemporáneo europeo», explicó Ferran.

Como grabador, Fortuny centró su producción entre 1860 y 1870, al darse cuenta de que, como pintor comercial, los grabados le permitían «liberarse del corsé de pintar para el mercado» y explorar caminos creativos distintos», explicó Ferran.

En los grabados que podrán visitarse en Fuendetodos están representados todos los grandes temas de la obra de Fortuny, como el orientalismo, los retratos o el género de casacas. Según ha dicho Ferran, las obras pertenecen a la etapa de su «madurez creativa», a partir de 1860.

El director del Instituto Municipal de Museos de Reus también explicó que el artista catalán estuvo muy ligado a Italia, donde residió, y a Francia, donde «se acercó al Impresionismo francés».

Además, debido al conflicto hispano-marroquí, en el año 1859 viajó a Marruecos como artista de guerra, y quedó impactado por este país, donde viajó en tres ocasiones más y donde halló una influencia artística muy importante en su obra, «con los colores luminosos y la temática orientalista», explicó.