Paco Ibáñez y Paul Collins. O mejor, Paul Collins, Paco Ibáñez y Zaragoza. Los dos artistas recalan esta noche en el Teatro Principal y en La casa del loco, respectivamente, para ofrecer dos recitales que prometen mucha intensidad.

Paul Collins, quien empezó su carrera hace ya muchos años con aquellos The Nerves, y que lideró posteriormente su banda (The Breakaways), llega a Zaragoza (La casa del loco, a partir de las 21.30 horas) con su reciente Feel the noise, con el que está recorriendo Europa acompañado de una banda irlandesa en unos años en los que parecen más vigentes que nunca sus grabaciones con The Nerves y The Breakaways ya que parece que, por fin, se les está reconociendo como precursores del punk y la new wave estadounidense. En este Feel the noise con el que ahora recala en la ciudad el estadounidense la potencia es uno de sus rasgos. Algo que se aprecia en temas como Only girl, I need my rock'n'roll, A girl like you y Walk away.

VETERANO DE LA PALABRA

En un tono más distendido pero cargado de reivindicación, y no muy lejos de La casa del loco, actuará Paco Ibáñez en el Teatro Principal (20.30 horas) donde pondrá en escena un repertorio que ha titulado para la ocasión Vivencias. Acompañado de Horacio Fumero (contrabajo), Gorka Benítez (saxo tenor) y Mario Mas (guitarra), el veterano rapsoda celebra los 50 años de su primer disco dedicado a Federico García Lorca y Luis de Góngora, ilustrado por Salvador Dalí.

Desde entonces, Paco Ibáñez se ha mostrado siempre firme en su lucha de busqueda de la belleza, del pensamiento crítico y de la defensa de las libertades del hombre, a través de la poesía. Su mensaje vital está fuertemente enraizado en lo más profundo del alma de varias generaciones de mujeres y hombres de todo el mundo.

Esta noche llega a la capital aragonesa con el convencimiento, según él mismo declaró en una reciente entrevista a este diario, de que los jóvenes también tienen cabida en su proyecto: "No sé cómo pero no todos están idiotizados con el fútbol, con el deporte o con la música asquerosa esa anglosajona. Así que estamos salvados porque hay un porcentaje suficiente como para llenar un teatro de gente sensible que alimenta su cuerpo y su alma; y no solo pide hacer deporte sentado en tu butaca". Esta noche, con entradas todavía disponibles, Paco Ibáñez volverá a granar por la libertad y las creencias.