-Cuando la gente llega a los 40 entra en crisis, usted, sin embargo, publica 40 quilates.

-(Risas) Como decía el sabio, de la crisis hay que sacar una oportunidad. Este cambio de prefijo a mí me ha dado una visión muy positiva de lo vivido y de lo que está por venir. Me siento muy plena, en un momento muy bonito y hay que celebrarlo.

-Desde luego no es una mirada hacia atrás porque en este disco se ha renovado...

-Sí, sí, es un paso siempre hacia delante. Por supuesto, una no puede dejar de ser lo que es ni lo pretendo ni lo quiero porque cuesta mucho trabajo encontrar tu esencia o al menos conservarla durante todo este tiempo. Pero partiendo de esa esencia, de lo que es una y de la música que hace una, la intención es siempre renovarte. No miro hacia atrás con melancolía sino con mucha alegría y como una celebración para continuar hacia delante.

-Si algo destaca de Pasión Vega es su naturalidad, ¿por qué es tan raro ver naturalidad hoy en día en la música?

-(Piensa) Bueno, no sé a qué se debe… En mi caso, siempre he trabajado con los mimbres que tengo dentro de mí, con mis emociones, con mi sensibilidad y todo eso aplicándolo a la música, a la voz y a la expresión corporal. Siempre he buscado esa realidad. Todo parte de la humildad, el trabajo diario, el saber que las cosas cuestan mucho esfuerzo y que hay que tener mucha paciencia porque esto es un camino de largo recorrido y eso también te da una serenidad y humildad. Es una profesión de muchos altibajos y hay que saberlo desde que se comienza, el viento no siempre viene a favor pero una tiene que continuar y pelear y siempre encuentra gente en el camino que te impulsa y te das cuenta que todo eso son baches como los que hay en la vida de cualquier ser humano. Después, viene un enorme aprendizaje y volver con más fuerza y energía.

-¿Cómo logra transmitir tanto desde el escenario?

-Has de sentirte muy tranquila para poder expresar el alma y dejarte la vida en cada concierto siendo muy verdad todo lo que estás proponiendo en escena.

-En este disco hay una canción compuesta por Carmen París.

-Es una de las mujeres que más quiero y más admiro, me encanta su música y siempre le decía que me tenía que hacer una canción. Y ha llegado el momento, me ha regalado un temazo que se llama La del chaparral. Es una canción muy tradicional y al mismo tiempo muy descarada y fresca.

-¿Qué le supone actuar en Zaragoza?

-Es un lugar imprescindible para mí. Tengo ganas de reencontrarme con este público y saber qué opinan de este nuevo trabajo y la propuesta escénica. Me gusta venir a esta tierra tan maravillosa donde lo musical, el sentido del humor y las influencias musicales de muchos lugares que llegan a la ciudad son muy bien acogidas.

-¿Cómo va a ser el concierto?

-Es un engranaje donde vamos cantando las canciones nuevas con canciones que me gustan mucho y son importantes para mí, que el público ya conoce y que no pueden faltar en el concierto. Y a través de esas canciones cuento mi historia, mis sensaciones, mis vivencias pero todo de una manera muy natural, como si de un juego se tratara y de una manera muy colorista. Podemos pasar de la tristeza más absoluta a la mayor de las alegrías.

-Como mujer que es, ¿qué opina de la huelga de mañana?

-A mí me toca trabajar ese día y no puedo hacer huelga pero, bueno, en mi caso sí que tengo muchos momentos, en el escenario, en canciones, en entrevistas, en los que tengo voz para poder denunciar esta problemática y poder dar así un impulso a la mujer. Yo estaré de corazón con ellas y si puedo, me uniré a alguna de las manifestaciones.