Alrededor de veinte dibujantes fueron los protagonistas ayer de la segunda edición del Huescómic que, por segundo año consecutivo, acercó el mundo del tebeo a los oscenses. Fue una jornada en la que los aficionados al cómic pudieron compartir con algunos destacados dibujantes aragoneses su pasión y su admiración ya que tuvieron la oportunidad de llevarse tebeos firmados por autores como Carlos Azagra, Encarna Revuelta, David Terrer (quien con su El último aragonés vivo, realizado con Juanfer Briones, también presente, fue uno de los más reclamados como lo ha sido en todas las citas del año), Chema Cebolla, Xcar Malavid, Daniel Viñuales, Dani García-Nieto y José Antonio Ávila, entre otros.

El Huescómic sirvió también para la presentación en sociedad del fanzine oscense ¡Hey! Fanzine (auspiciado por Diego Canalejas y Leyre Lardiés), que acaba de sacar a la luz su primer número, que está dedicado al futuro. Un guiño y un número cargado de intenciones de que el producto perdure en el tiempo.

Pero no solo los estands y las firmas de los dibujantes acapararon la atención del día ya que Huescómic también contaba con un programa completo de actividades. Así, por la mañana, hubo un encuentro de editores del cómic aragonés, así como conferencias sobre 75 años de Marvel (Javier Marquina) o sobre Batman (a cargo de Xcar Malavida, Óscar Senar y Dani García-Nieto). También se celebró un homenaje a Tran, un autor de Barbastro en Bruguera, conducido por Juanfer Briones.

EXPOSICIÓN DE MAMEN MOREU La jornada, que se desarrolló en el Centro Cultural El Matadero de Huesca, se clausuró con la inauguración de la exposición Resaca, basada en el cómic de la oscense Mamen Moreu. Un tebeo en el que la autora retoma a Marcela, el personaje nacido en las tiras publicadas en El Jueves, para crear Resaca, un cómic inédito a base de humor gamberro, sexo y alcohol. La protagonista es una chica de veintimuchos años, que lo único que tiene claro es que los fines de semana son para salir de fiesta. Hilando historias en su gran mayoría inspiradas en la vida y el entorno de la autora, tienen cabida la crisis previa (y no tan previa) a los 30, el agobio de encontrar trabajo, las amigas, que comienzan a casarse y tener hijos, la no aceptación de la edad y seguir viviendo como una posadolescente, mundo nocturno, chicos, cubatas, camareros... y, sobre todo, ponis.

La muestra, que incluye bocetos, páginas originales y acabados finales, se podrá visitar hasta el próximo 19 de octubre en los horarios habituales de El Matadero.