"Abrir Zaragoza al cielo". Ese el objetivo del plan de restauración de la iglesia de Santa María Magdalena, que incluirá la posibilidad de visitar su torre. La iglesia, si se cumplen los plazos previstos, abrirá sus puertas el próximo verano tras casi 15 años cerrada al público. Fue el subsecretario de Fomento, Mario Garcés, el que explicó que las obras se iniciarán en septiembre y supondrán un importe de 1,3 millones de euros. La mitad del presupuesto será financiado por el Ministerio de Fomento, con cargo al 1,5% cultural, y la otra mitad por el Arzobispado de Zaragoza, representado en la presentación del plan por el presidente del Cabildo Metropolitano, Manuel Almor. Este señaló que era "un momento de júbilo porque los feligreses y todos nosotros tendremos la satisfacción de ver que en 2017, la iglesia seguirá en todo su esplendor".

PROBLEMAS DESDE LOS 70

Las reparaciones de los años 70 provocaron problemas estructurales en el edificio que llevaron a cerrar la iglesia en el año 2002 y a elaborar un plan con varias fases de restauración. El técnico y responsable de las obras, Fernando Aguerri, explicó ayer que las dos primeras fases consistieron en la reestructuración de la parte superior del edificio: la cubierta y la torre. La tercera fase, que se pondrá en marcha en septiembre, contempla la restauración de los interiores de la iglesia. Entre los objetivos se encuentran un saneamiento del subsuelo (lo que incluye una actuación arqueológica en el sótano bajo el coro), la eliminación de las humedades, la restauración de las fábricas de ladrillo, carpinterías, vidrieras y bóvedas, la recuperación de retablos y la rehabilitación del acceso a la torre. Además, el arquitecto indicó que no se ha planteado la reversión al carácter mudéjar, por lo que la arquitectura blanca de antiguas reformas convivirá con la arquitectura mudéjar.

Uno de los puntos más atractivos es, sin duda, la posibilidad que habrá de subir a la torre tras ests obras. Las visitas podrán realizarse "sin interferir en el desarrollo de la ceremonia", según indicó Aguerri, para que la iglesia pueda ser "abierta al público sin menospreciar sus usos originarios". Con ese objetivo, ya se abrió un acceso peatonal en la portada medieval de la calle Mayor que permitirá tanto la evacuación de emergencia como un acceso independiente para no interrumpir la misa. Además, se expresó la intención de montar en la misma torre un centro de exposición. La torre, que no supone riesgos para el tránsito y es de fácil acceso, quiere convertirse en un punto de interés turístico por sus vistas a la ciudad.

La iglesia es un templo de tipología gótico-levantina, con una nave única, tres tramos de bóveda de crucería simple, capillas entre contrafuertes y ábside poligonal de siete lados. Su construcción data del siglo XIV y sufrió varias reformas en los siglos posteriores, cambiando incluso de orientación (la nueva puerta de acceso se sitúa en la antigua cabecera absidial). Mario Garcés calificó a la iglesia de "emblemática para los aragoneses" y Aguerri añadió que su puesta al uso y las visitas del público supondrán "la regeneración del barrio".

Fomento ha invertido 4'7 millones de euros en rehabilitación y conservación del patrimonio arquitectónico en Aragón, que han servido para financiar 13 actuaciones. Son dos las actuaciones que están en ejecución, una en Jaca y otra en Alcañiz, y siete las que están en tramitación.