El actor, y también director zaragozano Javier Arnas vuelve a subirse a un escenario de su ciudad natal, después de «unos 15 o 16 años», por primera vez dirigiéndose a sí mismo, para presentar una obra basada en el relato original de Franz Kafka, con el mismo título, Informe para una academia, de 1917. Y lo hará desde hoy y hasta el domingo en el Teatro de la Estación. En la obra, Arnas se mete en la piel de Pedro el Rojo, un simio arrancado de su hábitat, la jungla, forzado así a perder su identidad. La pieza, producción conjunta del actor con Ramón Fernández, es una crítica a la sociedad poniendo el contraste entre civilización y naturaleza, muy habitual en el universo kafkiano.

«Es una obra que vi cuando era adolescente, y vi un trabajo de cuerpo que no había visto nunca en España, además de que el texto me enamoró, creía que podría tener vigencia en cualquier época, y más ahora con la situación geopolítica que hay en el mundo», comentó el director de la obra, en la presentación de la misma junto a Ramón Fernández y Fernando Vallejo, director de producción del teatro. «Un trabajo totalmente actual, rítmico y orgánico, sobre un texto crítico».

El director se ha llevado el texto original a «una era más tecnológica, para modernizarla, y porque todavía hace más cruel la crítica del texto», explicó. Arnas hizo referencia a la situación de los refugiados de guerra actualmente, y los comparó con el proceso del mono en la obra, como «seres que son arrancados de su hábitat, en el caso del simio la jungla, y que nunca volverán a ser los mismos después de todo lo que han pasado, en cierto modo pierden su identidad», dijo.

CÓMO CONVERTIRSE EN MONO

Pedro el Rojo, el mono protagonista, «pone un espejo a la sociedad, y a la vez he intentado que el mismo simio parezca más humano que nosotros», comentó el director. El animal, tras ser apresado por los humanos, debe escoger entre adaptarse o morir, y escoge lo primero, lo que le lleva a un proceso educativo para parecerse a las personas. Arnas se pone en la piel de un mono de verdad, lo que supone dos horas de maquillaje, además de que ha tenido que entrenar duro. «Es un reto físico para cualquier persona que quiera parecer un simio, he entrenado horas y horas, en casa a veces voy de cuclillas, y no sabía que en la mandíbula se podía tener agujetas», contó.

Los encargados de la caracterización son Paco Martínez y Ángel Laín. La escenografía corre a cargo de Ramón Fernández, quien comentó que «Javier quería elementos sencillos, un atril, una mesa, la planta, pero había que procurar que fueran útiles y prácticos, para soportar su peso lanzándose sobre ellos, y ligeros de transportar». El motivo para esta disposición de los objetos responde a la experiencia de Arnas como profesor universitario, en la que «he tenido que dar conferencias, y entonces me planteé que el mono iba a dar una charla académica, con los mismos elementos que yo utilicé cuando enseñaba teatro», explicó el director zaragozano.

Asimismo, la iluminación y el trabajo audiovisual, también presente en el espectáculo, son obra de José Castelltort, mientras que el espacio sonoro lo ha diseñado Carlos Estella.

La obra, dedicada a la memoria de la fallecida actriz zaragozana María Jesús Domeque, de la compañía La Rueda Teatro, se estrena hoy a las 20.00 horas en el Teatro de la Estación, dentro del Programa de Residencias Artísticas de la sala, que ha acogido al equipo durante los ensayos «Que un teatro te deje sus espacios y sus medios, así como la posibilidad de presentar los trabajos en su programación, es algo que no es común en España», señaló Arnas. Mañana habrá otro pase a las 20.00, incluyendo un coloquio con el público, y se representará por última vez el domingo, 22, a las 19.00 horas.