"El cine español, y el de muchas otras partes, pero el español en concreto, está hecho para entretener a las clases populares". Así de contundente se expresó ayer Pablo Pérez, uno de los coautores del libro Escritos sobre cine español: Tradición y géneros populares (editado por la Institución Fernando el Católico), en el que comparte autoría con Javier Hernández y que ayer presentaron ambos en Los portadores de sueños junto a Luis Alegre.

El libro, "un estudio minucioso, lúcido y brillante", según Alegre, viene a rescatar a todos esos cineastas españoles a los que ha nublado el talento de Saura, Erice, Berlanga y el propio Buñuel: "Muchas veces, los estudios se han centrado en las grandes figuras dejando de lado otros cineastas que si bien no han sido tan brillantes, tienen un cine más que aceptable", razonó Pérez. Escritos sobre el cine español, "que nació ya en los 90 cuando empezamos a hacer diferentes estudios", abarca desde la primera década del siglo XX hasta que concluye la transición.

LÍNEA ARGUMENTAL Y en todo este tiempo, "el cine está atravesado por la línea de lo popular. Quizá no se puede hablar tanto de la diferencia entre lo popular y lo culto sino más bien de lo comercial y lo culto", aseveró Pérez, aunque, apoyó Hernández, "en el cine de Berlanga, de Saura o del propio Buñuel, sobre todo en su etapa hispanomexicana, no se puede decir que no haya muestras de géneros populares como el sainete o la zarzuela". Es por eso, explicaron los autores, que en el cine español está muy presente lo popular.

Y lo está en todas las épocas. Así como los directores que se rescatan en este amplio estudio: "Siempre se ha estudiado a esos cineastas, por ejemplo, que en el franquismo desafiaban al régimen haciendo películas izquierdosas y rojas como Luis García Berlanga, pero muchas veces se ha despreciado a otros que han hecho cine en el franquismo y que tienen mucho que ofrecer", dijo Pablo Pérez.

Ambos autores destacaron que era necesaria la "rehabilitación que se está haciendo desde hace 15-20 años del cine español, porque claro que hay cine bueno y medio en España. También hay malo, pero era el momento de rescatar la industria audiovisual, porque, no olvidemos, que el cine está hecho para que la gente disfrute". Solo así se puede entender, por ejemplo, que los soldados republicanos en el frente no tuvieran problemas en ver una cinta franquista porque "siempre les evocaba algo. Así es el cine".

Y es que muchas veces, el cine, pasaba con Florián Rey, por poner un ejemplo, sirve y se utiliza "para construir una identidad nacional a través de símbolos y de un imaginario colectivo que se nos va mostrando con las imágenes".