Joaquín Carbonell, cantautor y parte grande del alma de El Periódico de Aragón, ha compuesto una canción sensibilizado por un gesto humano que la ha impactado por rebelde y honesto aunque el precio sea la propia vida. Carbonell explica el proceso de creación, veloz, procedente de la reflexión de un artículo escrito en este mismo diario, un batalla contra la dictadura económica que entronca con el espíritu contestatario de una época anterior de política de única dirección. Del sacrificio de Dimitris Christoulas y su esperanzadora nota de despedida nace su inspiración y se agita su lucha juvenil aún, fresca, inteligente, poderosa en cada nota y en cada palabra. Arde Joaquín por dentro como el primer día cuando historias como estas encienden su talento de elaborados latidos musicales.

"Me enteré de la inmolación de Dimitris Christoulas y me conmovió. Un gesto insólito en estos tiempos, un ejercicio de violencia contra el abuso. Escribí un artículo para El Periódico. Apareció el viernes. Me di cuenta de que ahí existía una canción, con el mismo espíritu con que hacíamos canciones en los años 70. Una canción de protesta. El sábado la escribí. El domingo 8 le puse la música. El lunes 9 la grabamos en Vinos Chueca con Granbob. Rudimentariamente. Con las tripas. Esto es lo que ha salido. Para recordar a aquellos que entienden que para respirar se necesita oxígeno y dignidad. Como Dimitris". (Joaquín Carbonell)