Joaquín Pardinilla (Aínsa, 1961) llega a Jaca con tiempo para la prueba de sonido con Al Buruz en el Palacio de Congresos de Jaca --una actuación celebrada el jueves y enmarcada en el XX Festival Internacional en el Camino de Santiago que organiza la Diputación Provincial de Huesca--. Considerado el mejor guitarra aragonés contemporáneo, desde el rock juvenil y sus amados Beatles ha bebido también del folklore y la música popular para evolucionar como músico total, capaz de adaptarse a todo y de aportar a sus trabajos una respetuosa y brillante creatividad que lo hace distinto. Sus recientes trabajos con Luis Delgado, precisamente en Al Buruz, o con Joaquín Díaz, lo hacen subir un escalón de prestigio en la música popular "culta" si es que esto existe.

--¿Dice usted que todo es folk o folklore, que el soul, el jazz, el blues o el country son folklore?--Sí, en realidad no hay más que dos mundos: la música popular y sus géneros y la música clásica. Incluso ésta última está en gran medida influida por el folklore o lo popular.

--¿Ese punto de partida es clave para entender su trayectoria musical?--En realidad mi afición a la música viene del rock, si incluimos allí a los Beatles. Mi generación tuvo la suerte de que los conceptos musicales eran muy abiertos y en los años setenta el rock inglés bebía continuamente del folk, como el caso de grupos como Led Zeppeling, por poner un ejemplo. Era una época también de redescubrimiento del folklore aragonés y de aquello algunos hicimos un todo. Para mi hoy son una referencia por ejemplo los brasileños Egberto Gismonti o Hermeto Pascoal, que parten de la música popular y la interpretan de forma muy libre.

--No caben las ortodoxias.--El folklore está bien como está. No hay que salvarlo. Si ha sobrevivido es porque la música que contiene es buena. Pero también creo que esa música se puede usar libremente. A mí no me interesa la pureza, me interesa el sonido. Además, la gente que se aproxima al folk lo hace siempre con mucho respeto y buena intención. Que acierte o no ya es otro cantar.

--Al Buruz, el proyecto en memoria de los moriscos aragoneses, habrá sido entonces apasionante para usted. Porque lo que han hecho es folklore.--Al cien por cien folklore. Ha sido un auténtico placer trabajar con un monstruo como Luis Delgado. He aprendido mucho, de historia y de música porque han sido horas y horas de trabajo. Nos lo hemos leído todo. Poesías, etimologías y apellidos, arquitectura, gastronomía- y de allí lo hemos trasladado a la música. Algunos de los temas que hemos arreglado podrían estar perfectamente en el

Cancionero de Palacio