--Acaba de publicar Mi única llave

--Diría que como hay tan poco flamenco hoy en día, yo creo que sí, que es un disco muy flamenco sin perder de vista que estamos en el siglo XXI. Hoy en día se hace más canción que flamenco.

--¿A qué se refiere?

--Realmente se está olvidando el flamenco tradicional, ya se hace muy poco. Yo empecé haciendo un flamenco abierto, pero una cosa es hacer un flamenco abierto y respetar la raíz y otra cosa es lo que se está haciendo actualmente que de flamenco tiene poco. Se podrá llamar de otra forma porque hoy le llamamos flamenco a todo, pero no lo es.

--¿Dónde está el límite?

--No lo sé, porque hoy lo mismo le llamamos flamenco a un tango argentino que a un blues... Todo es flamenco, flamenquito, yo que sé. Hoy todo entra... Pienso que es todo márketing de las multinacionales. Como se vendía lo de flamenquito, pues todo era flamenquito.

--¿Es una falta de respeto al flamenco?

--Es una falta de respeto grandiosa. La próxima historia que voy a hacer es una antología. Desde Antonio de Mairena no se ha vuelto a hacer una antología del flamenco y quiero hacerla para dejarla hecha y que los jóvenes sepan donde agarrarse porque sino apaga y vámonos.

--Precisamente a los jóvenes los atrajo con Del amanecer

--Afortunadamente. Me siento muy orgulloso. Hay que hacer un flamenco muy abierto para que acuda la gente joven porque es el futuro. Por suerte, a mis conciertos acuden muchos jóvenes.

--¿Quién le debe más, el flamenco a usted o usted al flamenco?

--Yo se lo debo todo al flamenco, él no me debe nada. Se lo debo yo todo a él...

--La renovación del género...

--Yo creo que no. Le debo todo a él, es una forma de vivir, lo que he hecho toda mi vida y todo lo poco o mucho que sé hacer se lo debo a él, sin lugar a dudas.

--¿Siente que el flamenco está más apreciado en el extranjero que en España?

--No que se aprecie más, pero sí se le tiene un gran respeto. La gente va concienciada a ver un espectáculo de flamenco, entonces no sé si es que se le tiene más admiración o se le respeta más, no sé cómo decirlo, pero es una maravilla cuando sales de las fronteras españolas. Por lo menos ahí se cataloga al flamenco de primera división; aquí en España parece ser que como lo tenemos aquí, le hacemos menos caso. Y es una de las culturas más grandes que hay en nuestro país y quizá sea la única música exportable.

--Y muy adaptable a otros géneros, como ha demostrado usted...

--Sin lugar a dudas. Hay que hacer un flamenco muy abierto pero todo tiene que ser para engrandecer, para que el flamenco tenga más riquezas. El tema de la fusión, bueno con todo el tema de los bancos las fusiones ya no me gustan (risas)... Hablando de música, la fusión, el mestizaje es importante cuando realmente se hace bien. A mí, simplemente porque metan otro instrumento que no sea guitarra flamenca de seis cuerdas, que ya le llamen fusión, eso no me vale.

--Sin embargo ha recibido muchas críticas de los puristas...

--Yo los respeto, no comparto su opinión pero los respeto. Creo que poco a poco se van dando cuenta de que el flamenco tiene que ser abierto para el mundo y no para el cuarto de los cabales.

--¿Qué opina de la crisis?

--Lo estamos pasando todo el mundo mal. Es una aberración lo que han hecho con el IVA. Creo que eso es querer acabar con la cultura de nuestro país.

--¿Cree que ese es el motivo de la subida del IVA?

--Si hacen esas cosas no creo que lo hagan por casualidad. Someterle ese IVA tal como están las cosas a un espectáculo en el que te puedes olvidar de cómo está el país dos horas, no lo puedo entender.

--¿Qué se puede esperar el público zaragozano de su concierto en el Auditorio?

--Lo que siempre digo, disfrutar mucho. Cada vez que subo a un escenario es para disfrutar con mi gente, con mis músicos. La gente que acuda estará dos horas disfrutando de flamenco y podrá olvidarse de las tragedias y las penas que tenemos.