El Museo del Prado toma velocidad para convertirse en la Casa del Cómic con la edición de El perdón y la furia, obra de Keko y Altarriba en la que hacen «dialogar» su mundo con el de los cuadros Furias del pintor José de Ribera, con motivo de la exposición Ribera. Maestro del dibujo.

«Un cuadro tiene alma de viñeta y la viñeta tiene alma de pintura. Y es desde esta doble identidad desde la que estos dos medios pueden dialogar», explicó ayer el guionista aragonés Antonio Altarriba durante la presentación de este cómic cuyo germen se encuentra en la Rotonda Alta de Goya del Museo del Prado, donde se encuentran las imágenes de Ticio e Ixión del maestro valenciano.

Con una «temática riberiana», según el dibujante Keko, El perdón y la furia encontró su enfoque, a modo de «continuidad», en Yo, asesino, del 2014 en la que dieron vida a un profesor de historia del arte con una extraña afición, el asesinato como forma de arte.

«Podría ser un apéndice, un hermano pequeño donde se reflejan las obsesiones del personaje de Yo, asesino, aunque en este nuevo cómic está más trastornado. La misma obra misma de Ribera es también cruel», matizó el dibujante, que ha intentado «convertirse» en el autor de las Furias para quedarse con la “sensación” de que se ha «dejado llevar» de la mano de El Españoleto.

Así, Keko ha dibujado siendo fiel a su paleta de colores (blanco, negro y rojo) una trama en la que el personaje se empeña en descubrir por qué han desaparecido los cuadros de Sísifo y Tántalo, dos de los cuatro supliciados (junto con Ticio e Ixión) de la mitología griega que Ribera dibujó por encargo en 1632 en un conjunto de cuatro lienzos a los que se llamó las Furias.

De ahí que el cómic arranque con un bocadillo que dice: «Falta Sísifo...También falta Tántalo. «Es una intriga con mucho de thriller —añadió Altarriba sobre la trama—, tiene una trama policíaca de base, pero sobre todo se basa en la obsesión de un profesión por los misterios de la obra de Ribera». En este encargo, aseguraron, han trabajado con «libertad», antes de mostrar una gran satisfacción ante el hecho de que el cómic entre en los museos españoles.