La composición del equilibrio a través de la luz y las palabras

AUTOR José Verón Gormaz

EDITORIAL Olifante

PÁGINAS 81

PRECIO 10 euros

Para leer los poemas de Ritual del visitante1 no es necesario saber que su autor, José Verón Gormaz, es además de meticuloso escritor un más que apreciable fotógrafo. Sin embargo, si se conoce esa doble condición es probable que sus poemas puedan verse con otra perspectiva, más enriquecedora, ya que entonces podrá entenderse mejor la profunda preocupación que este autor tiene por la luz, que aparece en muchos de los versos ofreciendo al lector todas sus cualidades: la creadora, dando oportunidad a que el poeta reconozca el mundo a través de ella ("No apagues esa luz", dice el último verso del poema que abre el libro, titulado apropiadamente Poética naciente), pero también la que la enfrenta a las sombras: "cuando sueños y olvidos construyen travesías / que nacen con la sombra y mueren con la luz", dice.

Pero no es únicamente en esa luz que puebla los poemas en donde puede rastrearse el gusto plástico del autor. En los poemas abundan las descripciones de paisajes que dejan adivinar la mano de alguien habituado a hacer buenas composiciones: "Las sirenas ululan en el barrio aterido, / mientras funde la nieve su blancura imperfecta / bajo espacios de azul primaveral".

Todo lo dicho no significa que la poesía de Verón sea solo visual; en ella tiene también una esencial importancia la palabra, el lenguaje y el mundo que con ellos se construye. Como no podría ser de otra forma en un autor que modela cada verso, cuida la disposición de las frases y de las ideas con celo, detalle y equilibrio, dejando un regusto de clásica armonía, como en ese verso que evoca las gradaciones quevedianas más metafísicas: "palabras, voces, ecos, viento, nada".