Angélica Morales, Óscar Latas, Carles Terés, Jessica Aliaga y Víctor Gomollón, de Jekyll & Hill; y Pascual López, de la editorial Acribia. Estos fueron los protagonistas ayer de la Feria del Libro de Zaragoza ya que recibieron de manos del director general de Cultura de la DGA, Humberto Vadillo; y del presidente de Copeli, Joaquín Casanova, los premios literarios del Gobierno de Aragón en un acto dirigido por José Luis Acín, del Centro del Libro de Aragón.

Fue un acto breve pero intenso en el que hubo tiempo para los agradecimientos, la reivindicación, los aplausos y, sobre todo, para la emoción. La de Pascual López (Premio a la Trayectoria Profesional por la editorial Acribia) que aseguró estar "tan agradecido" que no sabía qué decir, o la de Jessica Aliaga y Víctor Gomollón (premio al Mejor Libro Editado por Un día me esperaba a mí mismo, de Ortiz Albero), que señalaron que "este galardón para nosotros, que estamos empezando, anima mucho".

Óscar Latas, Premio Arnal Cavero por Chuecos florals, aprovechó sus agradecimientos para recordar a la persona que le da nombre al galardón ("del que se cumplen 50 años de su muerte") y para reivindicar que "la lengua aragonesa hay que sacarla a pasear". En una línea parecida, Carles Terés (Premio Guillem Nicolau por Licantropía) defendió la lengua catalana, "una de las patrimoniales de Aragón", y reivindicó ante Vadillo que sus hijas "no sufrieran el analfabetismo de su lengua materna como hemos padecido su madre y yo". Angélica Morales (Premio Miguel Labordeta por Desmemoria) recordó que este era su "primer poemario" y que se lo debe a Dolan Mor.