El encanto del ruinismo en la fotografía es lo que ha llevado a Andrés Ferrer a elaborar La luz amarga, un libro en el que ha querido reflejar los vestigios de la antigua Azucarera del Jalón en Épila. Ferrer confiesa que el título del libro tiene que ver con su preferencia por establecer un juego literario con la realidad. Explica que la luz "tiene que ver con que es el origen de la fotografía" y amarga por establecer un antítesis con el sabor dulce del azúcar. Como él mismo reconoce: "Me gusta ser literato".

El libro recoge 64 instantáneas hechas a lo largo de este año y en el que Ferrer ha querido trabajar la estética de la de la ruina, ofreciendo así la continuidad al trabajo que ha ido desempeñando. Para Ferrer sus fotografías cumplen la función de "documento póstumo": "Entiendo que un fotógrafo tiene un compromiso de documentar".

REFLEXIONAR ANTE EL CAMBIO A través de los muros de la antigua azucarera Ferrer insta al que contempla su obra a "forzar al espectador a que reflexione sobre los cambios en la sociedad y en la estructura civil". Para el fotógrafo más que retratar las ruinas se trata "del placer de la ruina, que me atrae estéticamente desde hace muchos años".

El fotógrafo ya ha realizado dos libros más relacionados con otros enclaves en Aragón. En 2005 ya publicó Historia ausente, un trabajo que retrata los ingenios industriales del barrio del Arrabal. Y en 2007 lanzó el libro Relatos visuales que ilustra las ruinas de la antigua estación de Canfranc.

ESPÍRITU BARTHESIANO En La luz amarga el edificio de la azucarera es un espacio idóneo para desarrollar el trabajo de Ferrer: "He pretendido, desde la intencionada frialdad de los encuadres, invocar la presencia de los espíritus barthesianos e inocular en las imágenes, por mediación de ellos, el apreciado y codiciado punctum".

El libro cuenta con el prólogo de Enrique Carbó, profesor titular de Fotografía de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. También intervienen en él Javier Lacruz, coleccionista de arte y director de la revista digital El gesto espontáneo y del artista Daniel Canogar.

Ferrer ha contado con la participación de la Fundación Caja Rural de Aragón para sacar adelante esta iniciativa que no contempla por el momento exponerse en galerías. Además, ha señalado que "la tirada ha sido pequeña", por lo que la obra está disponible en tres librerías en Zaragoza, a saber, Portadores de Sueños, Antígona y Cálamo.

El trabajo de edición le ha llevado desde el mismo mes de agosto y parte de septiembre, que ha sido un proceso "largo y laborioso" porque se ha encargado personalmente de cada detalle del libro. Además La luz amarga recopila una serie de 8 textos que Ferrer quería introducir en el libro, concretamente en el apéndice y que hacen referencias a su trabajo. Son textos datados entre 1992 y 2010 firmados por J.V. Monzó, J.J. Ordovás y J.L. Rodríguez, entre otros.