-Después de la reunión del año pasado de Songhai cuyo primer concierto fue en Pirineos Sur, han decidido continuar el proyecto, ¿por qué?

-Creemos que ahora tenemos más experiencia adquirida tras nuestras respectivas carreras en paralelo, más sabiduría también. Creemos que este proyecto en su día se adelantó a su tiempo y que ahora se entiende mejor.

-¿Es una prueba de que la fusión goza de un buen estado de salud?

-No se si fusión es la palabra exacta. Los músicos de Ketama hacen su música, los músicos de Mali hacemos nuestra música, ambas vienen de tradiciones muy antiguas. La combinación produce una música muy bella que gusta mucho.

-Pero usted siempre ha tenido predilección por combinar músicas...

-Insisto, no es fusión, no es algo buscado. Trata de cuando músicas que vienen de mundos distintos se cruzan y funciona. Así me ha pasado con Bjork, con Herbie Hanckock o con Damon Albarn. Otras veces no funciona.

-¿Dónde está el punto de encuentro entre la kora y el flamenco?

-Creo que hay una manera de tocar las guitarras, que es como nosotros tocamos la kora, los solos, la falsetta, es una forma parecida. Con las voces sucede lo mismo, son lamentos, melodías que hablan de sentimientos.

-En 30 años han pasado muchas cosas en la música y en sus vidas. ¿Como está su relación con los Carmona? Todos han cambiado mucho...

-Todos somos ahora padres de familia, hemos sentado las cabezas, Como dije en la otra pregunta tenemos más experiencia.

-Usted no habla español ni los Carmona su idioma, ¿cuál es su lenguaje común?

-El lenguaje de la música es internacional, el do re mi fa sol la si, que es igual en todas partes.

-¿Es Songhai una respuesta a la violencia en el mundo?

-No tiene esa pretensión pero la música, la cultura, es el medio para entendernos, para admirarnos mutuamente y eso puede ayudar a aceptarnos como somos, con nuestras diferencias y ojalá sirviera para resolver conflictos.

-Dejaron como prueba de ese encuentro dos discos maravilloso, ¿sacarán un tercero?

-En ello estamos, y para eso nos hemos vuelto a juntar.

-¿Entendería un mundo sin música?

-No, en mi cultura la música está en las bodas, en la vida diaria. La música es algo inherente a la vida. No se puede separar. Aunque uno no sea consciente de eso, es así si se para a pensar.

-¿Por qué la kora es especial?

-El sonido de la kora toca lo más profundo de uno mismo, es como si tocara el alma, a veces tengo la impresión de que no soy yo quien está tocando, que es Dios quien toca. Creo que algo parecido sucede con las notas de una guitarra española.

-¿Cómo va a ser su concierto?

-Será el mismo repertorio que ofrecimos el pasado sábado en el Barbican Centre de Londres y en el Festival de Musiques Sacrées de Fez, un compendio de las canciones de los discos de Songhai, vistas hoy en día, con distintos arreglos e improvisaciones.