Muchos la conocen por su faceta televisiva, pero Sandra Barneda puede presumir además de ser una escritora de éxito entre el público lector. Después de más de 200.000 ejemplares vendidos, Barneda presenta ahora el tercer libro de una tetralogía centrada en las mujeres y en los cuatro elementos de la naturaleza. Reír al viento fue el primer libro de la colección en ver la luz, tras el cual vino La tierra de las mujeres. Ahora, Las hijas del agua relata las aventuras de una sociedad secreta asentada en la Venecia «decadente» de 1793.

<b>-Su novela es una historia repleta de secretos pero, ¿qué puede contar? </b>

-La hijas del agua cuenta la historia de un grupo de mujeres que, de manera clandestina, se conectan con otros puntos de Europa para crear una revolución con la que pretenden conseguir su derecho a la educación, a decidir con quien se casan y, en definitiva, a ser dueñas de su propio destino.

<b>-Muchas de las mujeres que aparecen en su obra existieron de verdad. ¿Se nos ha contado la historia tal cual fue? </b>

-No, y eso se hace evidente en muchas partes. Por ejemplo, los perfiles de Wikipedia de estas grandes mujeres están muy descompensados con respecto a los de otros valedores hombres de la historia. El día que se invente la máquina del tiempo yo me apuntaré al viaje para reescribir la historia, porque creo que todos viviríamos mejor.

<b>-¿Por qué?</b>

-Hoy en día se nos ensucia mucho la mente con discursos que cuentan, por ejemplo, que el feminismo lo que quiere es pasar por encima del hombre, cuando el feminismo es igualdad. Esto es algo que Mary Wollstonecraft, una de las mujeres reales que aparecen en el libro, ya defendía en el siglo XVIII.

<b>-¿Cómo se relacionan la ficción y la realidad en su novela?</b>

-El contexto histórico es real, lo que cuento ocurrió de verdad en 1793 y muchas de las protagonistas existieron y fueron las primeras feministas de la historia. Lo que yo aporto y es ficción es la historia de la sociedad secreta de las hijas del agua y el ambiente lúgubre que imagino de las calles de Venecia.

<b>-Usted habla mucho de mujeres poderosas. ¿Qué le parece el nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez?

</b>-Más allá de los géneros, creo que es un gobierno repleto de personas muy preparadas. Además, creo que Sánchez ha hecho una serie de gestos muy esperanzadores, como la recuperación del Ministerio de Igualdad. A pesar de todo lo que se dijo de Zapatero, él ya fue un presidente visionario que aprobó leyes que iban por delante de la sociedad.

<b>-Muchas veces se etiqueta a la literatura hecha por mujeres como literatura femenina, es decir, para mujeres. ¿Es esto necesariamente así? </b>

-¿Conan Doyle escribía solo para hombres? ¿Javier Marías escribe solo para hombres? Las mujeres representamos un 70% del total de los lectores, por lo que todos los autores, hombres o mujeres, escriben mayoritariamente para un público femenino. Pero es cierto que ese prejuicio existe. En mi próximo libro a lo mejor pongo en la portada que está prohibido para los hombres, a ver si así se animan.

<b>-¿Qué le aporta la literatura a una estrella de la televisión? </b>

-Mucha tranquilidad y mucha terapia. Me gusta dejarme llevar y evadirme. Creo, además, que ambas profesiones están en equilibrio: necesito la televisión porque estar de cara al público mantiene mi ego alimentado. Por otra parte, la literatura, que es un trabajo muy humilde, me permite mantener este mismo ego a raya.

<b>-Sea en los libros o en la televisión, usted siempre se muestra muy reivindicativa.</b>

-Hagas lo que hagas y seas como seas hay que ser coherente y mostrarse como se es, lo que no significa que las personas no evolucionemos.

<b>-¿Qué nos deparará el cuarto libro de esta tetralogía?</b>

-No puedo decir mucho, pero seguro que más mujeres.

<b>-Y a las mujeres, ¿qué les depara el futuro? </b>

-El horizonte es esperanzador para mujeres y para hombres. Me encantará el día en el que nuestra vida no sea rosa o azul. La mente no tiene género.