La novela de Ediciones B Ladrones de tinta de Alfonso Mateo Sagasta (Madrid, 1960) es la ganadora del I Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza según se hizo público ayer en un acto oficial celebrado en el Ayuntamiento de la capital aragonesa y en el que se otorgaron también los premios correspondientes a XXII Concurso de Poesía Ciudad de Zaragoza y el XXIII Concurso de Relatos. El inicio se retrasó una hora tras el aviso de amenaza de bomba.

El Premio de poesía recayó en el libro Y véante mis ojos de Tomás Hernández Molina (Alcalá la Real, Jaén, 1946) y el de relatos a Descongelar mi corazón en la pequeña cala de llum del que es autor el zaragozano de 34 años Carlos Mateos López quien describió así la trama: "El primer paso que todos damos a la madurez. Y dicho de una manera más normal: Chico corta con chica". Se han presentado este año 332 relatos y 272 poemarios al concurso.

El Premio Internacional de Novela Histórica se falló el pasado jueves. De las 29 novelas presentadas un total de 15 pasaron el primer corte de preselección, para pasar a ser cuatro las finalistas seleccionadas: El cautivo (Ediciones B), de Jesús Sánchez Adalid; Boabdil, tragedia del último rey de Granada (Temas de Hoy) de Magdalena Lasala; La primera muerte de Marco Aurelio (Edhasa) de Gisbert Haefes, además de la que finalmente resultaría ganadora por mayoría simple.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch evocó a Galdós y sus Episodios Nacionales que generararon un regeneracionismo literario aunque Aragón no siempre contó con escritores que hicieran accesible su historia. Pero el presente ha invertido esa línea, en un momento en que Zaragoza se enfrenta a unos momentos decisivos.