No optaba a ningún premio en ninguna categoría pero se llevó el aplauso más prolongado de la noche que se prolongó durante más de un minuto. El Gran Premio del Cómic Aragonés entregado este año a Ángeles Felices fue el colofón a un entretenida gala (organizada por Viñetario y el ayuntamiento) conducida un año más por José Antonio Bernal, Rafa Blanca y Diego Peña y que volvió a celebrarse en el Centro Cívico Universidad de Zaragoza.

«La vida me ha dejado los últimos días unos regalos enormes como la exposición que me habéis organizado y este premio», aseguró Felices al recoger su reconocimiento en un discurso en el que aseguró que «el cómic está imparable y otro de los regalos que me llevo es haberos conocido». Ángeles Felices estuvo arropada en el escenario por las dibujantes Flavita Banana («ver una mujer como tú nos da fuerzas para seguir», dijo), Mamen Moreu, Sara Jotabé y Laura Rubio. Precisamente esta última recibió, por su cómic Queronea (GP Ediciones), el premio a Mejor obra aragonesa, la segunda mujer consecutiva que lo conseguía tras el triunfo el año pasado de Isa Ibaibarriaga. «Este premios es para todos los dibujantes, creadores, editores y también para los lectores porque estamos aquí por algo mucho más importante que todos nosotros, el cómic», aseveró Laura Rubio.

TRABAJO EN SOLEDAD / Los otros dos grandes galardones de la noche, el de Mejor guion aragonés y el de Mejor dibujo aragonés fueron a parar a manos de Alfonso Casas (El final de todos los agostos) y de Jesús Saiz (por su trabajo en Capitán América: Steve Rogers), respectivamente. Saiz, que conseguía así su segundo premio en la categoría tras haberse llevado el del 2014, apeló a la importancia de los premios en un trabajo como el de dibujante: «A menudo estamos solos dibujando y yo ni siquiera conozco a los lectores de lo que yo hago, por eso es importante ver que hay gente al otro lado que le gusta tu trabajo», señaló entre el aplauso del público.

Uno de los premios más celebrados por sus ganadores fue el de Mejor fanzine aragonés recibido por Los diletantes que, tras varias ediciones nominado, conseguía al fin llevarse el reconocimiento. Además, Un millón de años, de David Sánchez, fue elegida como Mejor obra española de autor no aragonés y La levedad, de Catherine Meurisse, Mejor obra internacional. Un palmarés variado en una gala, la de ayer, que volvió a tener un ritmo fluido y en el que destacaron los tres presentadores que convirtieron el Centro Cívico Universidad en una gran fiesta porque, recordó Óscar Senar, de Viñetario, «el Salón es una fiesta de tres días».

Y es que esta gala de los premios del cómic aragonés fue el preludio del Salón que comienza hoy en la sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza con más de 70 estands en una cita en la que también habrá conferencias, talleres, mesas redondas y firmas de autores así como una sección especial para el manga. La entrada al salón, que abre hoy a partir de las 17 horas, cuesta 1 euro y es válida para todo el fin de semana.