«No ha sido mala porque ha habido mucho público y los libreros están contentos; algunos han vendido un poco más y otros un poco menos». Así lo manifestó ayer Pablo Parra, presidente de la Asociaciación de Libreros de Viejo y Antiguo de Aragón (Alvada), poco antes de que la feria echara el cierre después de más de dos semanas situados en la plaza de Aragón. «Ha habido mucha gente y ya sabemos que si hay mucho público, hay también más posibilidades de vender», reconoció.

En esta ocasión, además, no han tenido que lidiar con la lluvia, que solo hizo aparición el sábado, pero «hemos tenido frío, viento y sol». Pero aún así, «ha habido, creo, un poco más de público que el año pasado», aunque no se aventuró a dar cifras, ni de público ni de ventas. En las casetas, los visitantes pudieron encontrar libros de diferentes temáticas como narrativa, viajes, policiacas, postales, fotografías, postales, planos, carteles de cine, álbumes de cromos, etc. Todo el que la visita y rebusca, encuentra algo que desea.

FUTURAS MEJORAS / Ayer por la tarde, muchos libreros ya estaban embalando ejemplares y recogiendo para hoy ya estar en sus lugares de origen. Por ese motivo, desde la asociación están pensando para la próxima edición, que «el último día, en lugar de cerrar al mediodía a las dos, lo hagamos a las tres y ya no abrir por la tarde». Y es que «ya estamos todos recogiendo», decía Parra, «y no nos gusta que el que venga el último día, aunque haya tenido muchos días para venir, tenga esa sensación de vacío».

En esta XIV Feria del Libro Viejo y Antiguo han participado, desde el 23 de marzo hasta ayer, un total de doce librerías, provenientes de Zaragoza (Prólogo -de Gurrea de Gállego-, Luces de Bohemia, Libros del rescate); Valencia (Librería Russafa, Maestro Gozalbo, Epopeya, Asilo del libro, Altosal y El Carabo), Madrid (Librería García Prieto y Hallazgo) y Pamplona (Librería Libros con Historia). El número que permite el espacio, ya que, tal y como aseguraron en la presentación, abrir casetas en el otro lado de la plaza supondría doblar el número de participantes.