«Yo lo que quería era hacer novela social». Así de directo se mostró ayer David Llorente sobre su novela Madrid: frontera, con la que ganó el premio Hammett (de novela negra en castellano) y que ayer presentó en la sala Fórum de la Fnac Plaza España de Zaragoza dentro de la programación del Festival Aragón Negro.

Y es que Llorente no se mostró de acuerdo con la etiqueta de novela distópica que alguno le han colocado a su libro porque «yo veo mucho realismo ahí, sí hay algo de ciencia ficción pero no es lo que predomina», aseguró durante la presentación en la que estuvo acompañado por su editor de Alrevés, Gregori Dolz. Madrid: frontera dibuja una denuncia de la realidad social que se vive en España o por lo menos la que él ve desde la República Checa donde reside: «Yo me entero de lo que sucede aquí por internet, por las noticias y es verdad que solo llegan cosas pero, insisto, lo que quería yo era hacer una novela social», dijo el escritor que explicó que no se considera un «renovador» del género negro donde está inmersa la novela ya que «simplemente cuando me quedo bloqueado, lo que hago es recordar cómo han salido otros escritores de esta situación y ya encuentro el camino. Se podría decir que plagio», bromeó el madrileño que en cuanto a la estructura de la novela, narrada en segunda persona contó que surgió precisamente de un bloqueo: «Había empezado de una manera a contar la novela pero me dí cuenta de que no fluía, no estaba convencido, empecé a probar cosas y al final acabé dando con este formato pero, vamos, que no lo he inventado yo tampoco, que otros muchos lo han utilizado».

VARIAS IDEAS

Llorente tuvo tiempo para desgranar que él escribe varias veces una novela «y el resultado final siempre es muy diferente al principio». ¿Por qué? «Porque uno tiene una primera idea que le parece muy buena pero no lo es tanto y conforme la vas trabajando te van surgiendo otras hasta llegar a la que de verdad funciona». Aunque dijo no saber a qué se refiere la gente cuando habla de escritores «metódicos» sí explicó que él escribe «todos los días» cuando el trabajo se lo permite y que lo hace a mano: «Cuando yo empecé a escribir no existían ni ordenadores ni nada, lo hacía en una máquina de escribir pero sí, escribo a mano... aunque luego lo paso a ordenador para enviárselo al editor porque si no, entre otras cosas, ni se entendería lo que pongo».

Con respecto a los nuevos proyectos, dijo que «sí que está en ello» pero, como es habitual, «no revelo nada» aunque ya advirtió su editor que David Llorente es «de los escritores que se toman su tiempo para escribir». Gregori Dolz también explicó cómo llegó a la editorial el autor (a través de la librería barcelonesa Negra y Criminal) y que «es evidente que es un autor que no deja de crecer y que en cada obra se supera. Nosotros, además, somos de contratar autores y no libros concretos así que esperamos que publique muchos más con nosotros».

Llorente recibirá esta tarde un reconocimiento dentro de la gala de Aragón Negro como ganador del Hammett: «Siempre es bueno que te traigan y puedas presentar el libro», concluyó.