<b>—Toca hoy en Zaragoza y mañana en El Veintiuno en Huesca, se ve que ha aprovechado el viaje a las tierras aragonesas.</b>

—Si claro, nos viene muy bien, El domingo cuando llegue a mi casa seré un pequeño cadáver, pero ahora hay que aprovechar, hacer un par de conciertos es lo ideal.

—Viene como parte de la gira de presentación de su nuevo disco, ‘De Pana y Rubí’, ¿Escucharemos además otros temas anteriores suyos?

—Van a ser dos conciertos muy distintos, en Zaragoza realizaré un repertorio mixto durante el intervalo de una hora que nos dejarán. En Huesca será completamente diferente, actuaré yo solo, y será en una sala muy pequeña y recogida. Aún no lo tengo decidido, pero creo que dejaré que la gente me pida canciones, a ver qué sale.

—Usted es un cantautor y sus letras se caracterizan por una gran profundidad, sin embargo no por ello dejan de ser bailables, me recuerda mucho a Juan Luis Guerra.

—Juan Luis Guerra se curra mucho las letras y luego resulta prácticamente imposible no bailar en sus conciertos. La verdad es que el tema rítmico siempre me ha llamado mucho la atención, me gusta jugar con ellos. Para mí lo importantes que al final la canción sea redonda, que la letra diga lo mismo que la música.

<b>—¿Podemos conocer a El Kanka escuchando su último disco?</b>

—Creo que son mis discos más sinceros, al principio me gustaba jugar con las palabras, darles vueltas y hacer con ella fuegos artificiales, pero llegó un momento que eso me aburrió. Hice psicoanálisis y me lancé a experimentar. Ahora me atrevo a mostrarme, me abro el pecho y digo, mira, este soy yo.