Luis Buñuel intentó abrirse un camino en Hollywood. Era un Buñuel que solo contaba con tres películas en su haber (Un perro andaluz, La edad de oro y Las Hurdes. Tierra sin pan), y con éxito relativo más allá de los escándalos que había conseguido, pero que había decidido dar el salto. O al menos, intentarlo. ¿Qué sucedió durante los 14 años que van desde Las Hurdes hasta que vio la luz Gran Casino? Entre otras cosas, que Buñuel encontró trabajo en Estados Unidos, que entró en una supuesta lista negra después de que su hasta entonces amigo, Salvador Dalí, le acusara en una autobiografía de ser «comunista», y que, en definitiva, no consiguió hacer despegar su carrera como director de cine.

PROBLEMAS MONETARIOS / Queco Ágreda, Javier Ortiz y Guillermo Montañés se han acercado hasta esa época, concretamente hasta el año 1946 con Luis Buñuel instalado en Hollywood y con serios problemas de dinero en el cómic La noche perdida de Luis Buñuel (GP Ediciones en colaboración con el Centro Buñuel de Calanda) que ayer se presentó en la librería Milcomics. com de Zaragoza en un acto que contó con los tres autores, el editor Daniel Viñuales y con el director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín.

El cómic imagina lo que le pudo haber pasado a Buñuel en una etapa oscura de su vida y se centra, concretamente, en una noche en la que al calandino le pasa de todo, se siente atrapado en su propio mundo quizá emulando a su propia película, El ángel exterminador, en el que los invitados a una fiesta no pueden salir de la mansión. En su caso, tras fracasar su enésima gestión para tratar de conseguir la dirección de un proyecto en Hollywood, quiere volver a casa, una misión por lo que se ve casi imposible.

GUIÑOS A SU FILMOGRAFÍA / El cómic plantea, como se apunta, una historia de una noche en la que el seguidor de la obra de Buñuel podrá ver identificada claramente la obra del calandino con múltiples guiños a su filmografía y a sus pasiones ocultas (otras no lo eran tanto) pero también hay un hueco para los que se acerquen desde la práctica ignorancia al mundo de Buñuel. Y es que una de las pequeñas joyas que esconde este cómic en las páginas finales es un apéndice en el que, a modo de enciclopedia, se recogen todo tipo de apuntes para situar cada una de las escenas con la indicación de la página a la que se refiere y la escena.

Más allá del valor enciclopédico (que no es baladí ni mucho menos) con el que cuenta La noche perdida de Luis Buñuel, hay que valorar el ritmo que le han conferido al cómic los autores. Y es que uno puede empezar a leer, casi por casualidad, el cómic y acabar devorando páginas preguntándose quizá quiénes son los personajes que allí aparecen tanto como en qué va acabar esta historia que realmente engancha a medida que avanza.

Un argumento al que no le falta casi de nada, sin ánimo de desvelar de más, FBI incluido. Y es que por la eterna noche que transcurre en Los Ángeles aquel día de 1946 mientras la esposa de Luis Buñuel le espera en casa con sus dos hijos, pasan personajes muy diferentes del mundo del cine (y no) entre los que se encuentran, como no puede ser de otra manera, Salvador Dalí (que tiene tiempo para echarle en cara al turolense todos esos temas pendientes que se llevaron a la tumba), Federico García Lorca y hasta Pepín Bello, el amigo confidente de toda una generación de artistas...

Y por si se lo están preguntando, obviamente, también hay un hueco para el sentido del humor. No se podría entender una obra en la que el protagonista fuera el calandino en el que no aparecieran esos golpes cómicos tan particulares con los que él contaba. Así que. una ocasión más, los grandes seguidores de Buñuel (y también los del cómic) están de enhorabuena.

EL RESTO ES HISTORIA / En definitiva, La noche perdida de Luis Buñuel (que sale a la venta a un precio de 10 euros) es un cómic de 80 páginas del que no conviene desvelar el final aunque para los conocedores de la trayectoria del cineasta turolense no será difícil adivinarlo puesto que en 1947 vio la luz Gran Casino. Lo que sucedió a partir de entonces es historia del cine, pero eso quizá sea materia para otro cómic. Mientras tanto, será el cine del propio Buñuel el que vaya construyendo el relato.