El 6 de abril de 2013 nació en Aragón una nueva orquesta bajo el auspicio del Auditorio de Zaragoza. Casi dos dos años después esta orquesta, dirigida por Juan Luis Martínez, comparte escenario con el célebre pianista croata Ivo Pogorelich para concluir la Temporada de Grandes Conciertos de Otoño y celebrar el vigésimo aniversario del auditorio aragonés.

Pogorelich expresó ayer, tras el ensayo con la Sinfónica Goya, que para él es "maravilloso" tocar con esta orquesta, que "es una garantía de futuro", y en la Sala Mozart que consideró "importante" para la ciudad. Del mismo modo, reconoció que le "gusta el programa" que se ofrecerá hoy a las 20.15 horas.

Así, el público podrá escuchar Obertura de El Arpa Mágica de F. Schubert, Concierto para piano n°2 en Fa m de F. Chopin y una segunda parte compuesta por Gran Misa en Mi bemol de F. Schubert. A este respecto, Pogorelich declaró que "es importante ofrecer un repertorio que comunique emociones" y "acercarse lo más posible a los compositores, al significado de su música". En cuanto a sus gustos musicales, recordó que le impresionó mucho cuando el año pasado presenció en el País Vasco las danzas folclóricas de la comunidad, ya que Pogorelich suele visitar España para tocar y recibir reconocimientos, aunque apuntó que el éxito tiene "algunos aspectos positivos pero otros no tanto".

Espejo en el que mirarse

Para muchos de los componentes de la Sinfónica, Pogorelich contituye un referente. El violista Jorge Fernández opinó que "es un solista de primera línea y está a otro nivel". Por ello, expresó que es "un lujo" tocar con él porque "aparte de que lleva muchos años en lo más alto, tiene una personalidad tocando a la que cualquier músico aspira".

En la segunda parte del concierto, intervendrá el Coro Amici Musicae, la soprano María de los Llanos, la mezzosoprano Beatriz Gimeno, los tenores Mariano Valdezate y Cristian Roca y el bajo Iosu Yeregui. La aragonesa Gimeno recalcó que el repertorio que van a interpretar "tiene una formación de solistas fuera de lo que es normal", ya que son cinco solistas de los cuales hay dos tenores y "pero en ningún momento cantan ninguno en solitario".

Por su parte, Pogorelich quiso acordarse de las dificultades que atraviesan los nuevos músicos y declaró su deseo por proteger el arte. "Los políticos en Europa cometen un gran error por no apoyar la música en las escuelas", teoría que Gimeno defendió afirmando que no se sienten "apoyados".