A principios de esta década, Hiromasa Yonebayashi se convirtió en el director más joven (38 años) que jamás había firmado una película (Arrietty y el mundo de los diminutos) del mítico Studio Ghibli de Miyazaki y compañía. Fue el propio Miyazaki quien ascendió al animador a director, una clase de ascenso nunca vista en el estudio. Yonebayashi, alias Maro, todavía llegó a dirigir otro largo (El recuerdo de Marnie) antes del parón temporal en Ghibli que siguió al supuesto retiro de Miyazaki (supuesto porque duró tres años, del 2013 al 2016).

En el paréntesis de Ghibli llegaron las dudas, como nos explica Yonebayashi en party line telefónica con traductor de por medio. «Yoshiaki [Nishimura; antiguo productor del estudio] y yo queríamos seguir trabajando, pero no sabíamos cómo. ¿Debíamos saltar a otro estudio? ¿O sería mejor crear uno propio si queríamos tener libertad en el proceso creativo?» Optaron por lo segundo y nació Studio Ponoc. Pónóc significa en croata medianoche, o lo que es lo mismo: el inicio de un nuevo día.

Las comparaciones con Ghibli iban a ser inevitables, sobre todo si su primera película iba de una joven bruja con un gato negro, como el clásico de Miyazaki Nicki, la aprendiz de bruja. Pero Nishimura se había empeñado en adaptar The little broomstick, libro de Mary Stewart de 1971 sobre una niña pelirroja (suerte, Nicki era morena) que encuentra una escoba mágica cuando sigue a un gato hasta un bosque. «Al principio no lo tuve claro», admite Yonebayashi. «Sin embargo, tras leer la historia, entendí que iba más sobre la persona y no tanto sobre la magia. Mary empieza siendo una chica normal. Después aprende magia, pero finalmente, a la hora de resolver las cosas, decide hacerlo sin recurrir a ella».

Dibujada a mano

La magia y la poesía de Miyazaki se acabaron filtrando en la recién estrenada en España Mary y la flor de la bruja, dibujada a mano, como gustaba al maestro. «Llevo 20 años haciendo animación artesanal, en 2D, pero no descarto trabajar con otras técnicas. Yonebayashi habla de su aportación a la antología Modest heroes, en la que había estado trabajando, antes de fallecer Isao Takahata, cofundador y director capital de Ghibli.