Uno de los protagonistas del conjunto monumental de la Cartuja de las Fuentes fue Manuel Bayeu, quien también se revela como un personaje emblemático de la historia aragonesa en la exposición Fray Manuel Bayeu. Cartujo, pintor y testigo de su tiempo que la Diputación Provincial de Huesca inauguró ayer con obras pictóricas que llevan su firma y también del universal Goya y de su hermano y célebre pintor Francisco Bayeu. Así salen a la luz los aspectos relevantes de la vida del artista, pero también las costumbres y mentalidad de la sociedad española de la época del Antiguo Régimen.

Con numeroso público, con los principales representantes institucionales de la provincia y con multitud de representantes de la cultura aragonesa, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, abrió esta ambiciosa exposición que cuenta con obras de una treintena de entidades, entre las que se encuentra el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Biblioteca Nacional y muchas entidades aragonesas.

Esta gran muestra recorre la obra de fray Manuel Bayeu, uno de los pintores más prolíficos del siglo XVIII, y donde se reconoce su estilo peculiar, expresivo, enérgico y colorista, que funde elementos de tradición barroca, gusto rococó y renovación clasicista. El panorama pictórico de la exposición se enriquece con diversos grabados, objetos, documentos, fotografías y otros objetos. El conjunto de cartas que conserva el Museo del Prado y que parte se presentan en esta muestra revelan multitud de datos y anécdotas «y constituyen una de las principales fuentes documentales para trazar la biografía del cartujo», como apunta el historiador y comisario, José Ignacio Calvo.

EL ECO MONÁSTICO / «La Cartuja de Las Fuentes no la podíamos traer pero sí hemos traído su eco. Hay varios bocetos preparatorios de pinturas que luego desarrolló en gran formato en los muros y en las bóvedas. Una de las obras revelación en esta exposición es una virgen con un niño, con Santo Domingo de Guzmán, pues este cuadro durante décadass y décadas ha estado en un estado bastante malo de comnservación guardado en los almacenes del Museo de Zaragoza, no se sabía ni de quién era ni de dónde venía. Se ha podido constatar que es una obra de Manyuel Bayeu y el punto exacto dónde estuivo ubicado en uno de los altares del claustro de capillas de la Cartuja de Nuestra Señora de Las Fuentes y ha estado restaurado por la DPH», indicó Calvo.

El punto de partida de este proyecto es la recuperación de la Cartuja que, en palabras de Miguel Gracia, «es el ejemplo de cómo una decisión política y la acción de la administración pública puede cambiar la Historia, invertir la situación de olvido y abandono en la que estaba este ejemplo del patrimonio para transformarlo en un lugar con perspectivas de futuro» que aspira a ser referente cultural, turístico y motor económico de los Monegros y de toda la provincia de Huesca.

El presidente de la DPH destació además la presencia de Bayeu: «Lo que más me llamó atención es lo afortunado que fue el prior de la orden de los cartujos cuando lo destinaron allí porque así se dedica Bayeu a su gran afisición, a la pintura, tanto que ya no llegó a hacerse padre cartujo».

«Esta exposición ha pretendido conjugar pintuas de Manuel Bayeu, Francisco Bayeu, Goya y otros más, objetos de otro tipo, documentos, libros, grabados, fotografías con el fin de intentar mostrar una visión poliédrica de Manueol Bayeu, no solo como pintor sino como persona de carne y hueso, profesó en la orden cartujana, con gran facilidad para hacer amigos, ocupó un puesto de interés en las postrimerías del Antiguo Régimen», concluyó el comisario de la exposición, José Ignacio Calvo.