Recuerda que cuando estaba en pleno proceso de escritura de La templanza, en la televisión no paraba de crecer el fenómeno de la serie basada en su primera novela, El tiempo entre costuras pero insiste las veces que haga falta en que no le afectó en su labor: "He hecho otro libro distinto, es que si me hubiese dejado llevar por ello... Hay que aislarse porque el éxito es muy gratificante pero no puedo dejar que me arrolle", reflexiona con serenidad María Dueñas, cuya tercera novela, La templanza (Planeta), que acaba de llegar a las librerías con una tirada de 500.000 ejemplares, presentó ayer en la Diputación Provincial de Zaragoza.

La templanza se desarrolla entre Jerez de la Frontera, La Habana y México en la segunda mitad del XIX y, en ella, las bodegas de la localidad andaluza ocupan un papel fundamental: "Era el momento de aquellas bodegas legendarias del vino de Jerez, del sherry para los ingleses, y de un gran momento para el comercio internacional con Inglaterra. Y siendo un producto tan cercano a nosotros, lo teníamos un poco descuidado en la narrativa contemporánea", asegura Dueñas. Y es que es ahí donde surge esta nueva novela ya que la escritora siempre elige los escenarios y, a partir de ellos, construye la trama: "No quería usar un bodeguero al uso y empecé a investigar y descubrí que muchas de esas bodegas habían sido establecidas gracias a los capitales de los indianos y decidí que ese iba a ser el perfil de mi personaje protagonista", explica la escritora que va más allá: "Lo que yo hago es darle una vuelta de tuerca y en lugar de volver a España rico para invertir, regresa arruinado".

MINERO DE LA PLATA

Mauro Larrea es el protagonista de esta novela, un minero de la plata mexicana que, después de pasar por La Habana por una serie de "carambolas" llega a Jerez donde "se le complica todo y le empiezan a suceder una serie de aventuras que incluyen a Soledad Montalvo", la esposa de un marchante de vinos londinense.

Por primera vez, María Dueñas ha optado por un protagonista masculino aunque ella le quita importancia al hecho ya que se la da a los personajes: "Son como somos los humanos, con claroscuros, siempre quiero que sean poliédricos para que podamos aprender de ellos y verlos en diferentes perspectivas", asegura.

Y ahí es donde le parecen "muy interesantes" los indianos: "No se ha escrito mucho sobre ellos y hay aventuras estupendas, dobles vidas, crímenes pasionales, fortunas dilapidadas por una mala cabeza... Y a mí me gustan personajes que de jóvenes son capaces de emprender un camino por necesidades de aventura, económicas... Entonces cruzar el oceáno no era coger un avión de Iberia, era muy complicado. Protagonizan grandes historias y grandes personajes de gran valía humana".

VIRTUD CARDINAL

El título no es algo casual, señala la escritora, ya que, además de referirse a un viñedo concreto, "refleja una de las virtudes cardinales que más le faltan a Mauro Larrea que va siempre arrebatado, con impulso, sin moderación, a la desesperada...". Una cualidad que, en cualquier caso, no solo le falta, cree Dueñas, al protagonista de su tercera novela: "Es algo que escasea muchísimo por desgracia y todos debíamos aspirar a ella. Hoy lo queremos todo inmediatamente, soltamos por la boca lo primero que se nos ocurre, deberíamos moderarnos".

La templanza es uno de los lanzamientos editoriales del año y la manchega confía en que ayude a levantar el índice lector español, un problema que viene de lejos: "Tenemos poca cultura lectora, venimos de un país que ha arrastrado unos atrasos enormes en materia educativa en el siglo XX y, aunque vamos levantando cabeza, aún no estamos al nivel de otros países".