Más de 7.500 personas han participado en las más de 50 actividades que ha celebrado este año el festival de literatura, cine, teatro, fotografía, cómic y gastronomía Aragón Negro que concluye hoy con un balance "más que satisfactorio" para sus organizadores. A lo largo de los diez días que ha ocupado el certamen, desde el 22 de enero hasta hoy, más de un centenar de autores entre dibujantes, fotógrafos, actores, escritores, jugadores de rol y restauradores se han dado cita en las seis sedes del Festival: Zaragoza, Huesca, Calatayud, Calamocha, Pina de Ebro y Valderrobres.

"Después de un primer año muy alentador, en este segundo, el festival se ha consolidado gracias al aumento de las sedes y también de las disciplinas y las actividades", indicó ayer el coordinador de Aragón Negro, Juan Bolea que explicó que el programa de este año ha sido un acierto: "Es un festival muy lúdico y participativo que cuenta también con un nivel intelectual interesante. Y la prueba de ello es que ha gustado mucho gracias a ese espíritu que tiene que hae que la gente se acerque a la cultura de manera alegre y distendida". Todo eso ha hecho que el festival, a pesar de haber celebrado su segunda edición, "haya cogido ya un prestigio en España y cuenta con el apoyo de los otros grandes festivales del género", señaló Bolea.

GALARDÓN DE HONOR

En el apartado literario ha destacado la concesión del Premio de Honor Aragón Negro a la escritora británica Anne Perry, quien protagonizó un debate sobre el género con Carmen Posadas. El Premio La Trama de novela, en combinación con Ediciones B, que se concedía por primera vez, correspondió a Las pequeñas mentiras de Laura Balagué. Como firmas destacadas han participado en presentaciones, debates y eventos literarios María Dueñas, Lorenzo Silva Juan Bolea, Empar Fernández. Miguel Sáenz, Esteban Navarro, Pablo Sebastiá, Oscar Bribián, Víctor del Arbol, Pere Cervantes, Juan Pedro Cosano, Miguel Mena o José Antonio Vázquez Taín, además de la charla del editor Jesús Egido en la librería Serret de Valderrobres y de la conferencia en Huesca del community manager de la Policía Nacional, Carlos Fernández Guerra.

En cuanto a las exposiciones, cabe destacar la de cómic Femme fatale (Centro Joaquín Roncal), Premios Goya de Fotografía (Paraninfo) Muestra de Pintura (Calatayud) o La cámara de escribir (Pina de Ebro).

El programa, muy variado, ha incluido obras de teatro como Lluvia constante, El caso Perry o Asesinato en la vicaría, además de las dramatizaciones de sucesos negros por el grupo Gozarte. Ciclos de cine clásico, como el organizado por la Filmoteca de Zaragoza, el Centro del Matadero de Huesca o la TV de Calamocha, y las partidas de rol en el cementerio de Torrero. También un ciclo de thriller, como el que se ha podido disfrutar en la Fnac.

Ahora, una vez concluida esta edición ya solo queda pensar en el futuro, algo que está "asegurado", según Bolea que aspira a que sea "una referencia para toda la comunidad autónoma, un sueño posible de cumplir". Y es que una de las claves del mismo "es la libertad de programar de las sedes y la colaboración fraternal que se da entre todas ellas".