Sostiene el cantante y trompetista Gary Olson que la música de Ladybug Transistor, su banda, refleja una cierta actitud de aislamiento del entorno que le rodea, y que Can´t Wait Another Day, el disco más reciente que ha editado, no es una respuesta a la revuelta escena indie, pero sí constatación de que el grupo está fuera de ese mundo.

Ladybug Transistor de formó en Brooklyn, Nueva York, a mediados de los años 90, con una propuesta sonora que mira, melódica y armónicamente, al pop de los años 60. Debutó con el álbum Marlborough Farms (1995), al que siguieron Beberly Atonale (1997), The Albermale Sound (1999), Argyle Heir (2001), un disco homónimo (2003) y el mencionado Can´t Wait Another Day (2007), un espléndido trabajo de sabor retro, aunque alejado de los ejercicios de estilo, y de pulso emocional, pero sin caer en el melodrama. En él han colaborado Architecture In Helsinki, Jens lekman y The Clientele.

Actualmente, Sam Dadyl (batería), Julia Rydholm (bajo), Ben Crum (guitarra) y Kyle Forester (teclados) dan forma, junto con Olson, a Ladybug Transistor. Su concierto oscense lo abrirá la banda castellonense Pleasant Dreams, que pone acentos mediterráneos al pop y folk anglosajones.