El Instituto Cervantes que Juan Manuel Bonet «lega» a Luis García Montero, nombrado el viernes por el Consejo de Ministros como su nuevo director, ha recibido un fuerte impulso presupuestario, ha potenciado sus relaciones internacionales y ha abierto «la casa» a otras instituciones.

Bonet (París, 1953), director del Museo Reina Sofía (2000-2004) y del IVAM de Valencia (1995-2000) y del Cervantes de París hasta incorporarse en febrero de 2017 a Madrid, nombró a nueve directores en diferentes centros, de los que cuatro son mujeres.

Durante su mandato, se produjo un incremento de 5,2 millones de euros en el gasto del Instituto Cervantes respecto al ejercicio anterior, que pasó a ser de más de 120,5 millones de euros y que supuso una variación del 4,5% respecto al presupuesto inicial de 2016.

Su empeño por potenciar el castellano se ha reflejado en acciones como la creación de la Asociación SICELE (Sistema Internacional de Certificación del Español como Lengua Extranjera), que reunió casi a una treintena de instituciones académicas de España e Hispanoamérica para consolidar la armonización, transparencia y coherencia en el reconocimiento mutuo de la certificación del dominio del español.

Su sucesor, el poeta Luis García Montero, será el noveno director del Cervantes y, como primer cometido, deberá presidir la reunión de los máximos responsables del Cervantes en España y de los 60 centros repartidos por los cinco continentes, que se celebrará en Orihuela y Alicante, entre los días 23 y 26.