El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, confirmó que el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobado ayer incluye la bajada del IVA de las entradas de cine, que descenderá del 21 al 10%, aunque precisa que «debe ir al consumidor».

«Aprovecho para decir a los exhibidores de cine que si se baja el IVA no es para tener más beneficios en el sector, sino para que vaya al consumidor», al igual que ocurrió con el IVA de los conciertos o los espectáculos deportivos, según apuntó Montoro durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

«Es intención del Gobierno que esté en el precio de las entradas y no en el margen de beneficio de las empresas», reiteró Montoro, quien insistió en que «si se baja el impuesto indirecto es para beneficiar al consumidor».

Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, insistió en la petición de Montoro de que la rebaja del IVA «se traslade a los consumidores», al tiempo que ha celebrado el anuncio. «Me alegro enormemente, señor ministro de Hacienda, de que los españoles vayamos a disfrutar más de este cine español que está en tan gran momento», añadió.

Esta rebaja del IVA podría paliar la caída de recaudación de las salas cinematográficas en los últimos años, debido al precio y a la piratería.

UNA VIEJA REIVINDICACIÓN

El sector cinematográfico, al igual que el resto de ámbitos culturales que experimentaron una subida del IVA del ocho al 21% en septiembre del 2012 -a excepción de libros, que cuentan con un cuatro por ciento, o las entradas de los museos, exentas de este impuesto- ha reivindicado desde entonces el descenso de este tributo, ya que, junto a la piratería, ha sido uno de sus grandes problemas para el sector.

La cultura fue uno de los segmentos más perjudicados por la subida que se llevó a cabo en el año 2012, ya que mientras que el tipo general pasó del 18 al 20%, el reducido del ocho al diez y el superreducido se mantuvo en el cuatro, algunos ámbitos, como la venta de entradas a espectáculos culturales (cine, teatro o conciertos), cambiaron de un tipo de gravamen reducido al general, lo que supuso 12 puntos porcentuales más.

Sin embargo, las entradas a las salas de cine no se incluyeron en la bajada del IVA al 10% que entró en vigor en junio de 2017, que solo abarcó los espectáculos culturales en directo, por lo que tendrá que esperar aún a la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales del Estado para poder equipararse con el teatro, la danza o la música en directo, cuyo IVA.