Los libros de Stephen King han inspirado numerosas películas fallidas en el pasado, pero probablemente ninguna tan decepcionante como La torre oscura. Después de todo, el texto original es la obra definitiva del escritor, una pieza de ocho volúmenes que tardó tres décadas en ser completada; y que ahora, tras un accidentadísimo proceso de producción, también es una aturullada mezcla de wéstern, fantasía, ciencia ficción, acción, terror y hasta comedia aderezada de efectos especiales low cost y escenas rodadas en lugares donde falta luz. Nada de lo que sucede a lo largo de sus escuetos 95 minutos de metraje llega a tener sentido