Confiesan ser Titólogos y es que durante los dos últimos años se han dedicado a investigar el pasado de Carmen Cervera, un trabajo que ha culminado en la publicación de una biografía no autorizada de la baronesa Thyssen. A través de más de 50 entrevistas a personas de su entorno, compañeros de colegio, amigos de adolescencia y "mucha hemeroteca", los periodistas Teo Lozano y Goya Ruiz muestran "al ser humano que se esconde detrás del personaje mediático que ella misma ha creado". Los anteriores intentos de contar su vida fueron retirados de las librerías y los documentales no emitidos por ella misma porque "le gusta controlar toda la información que aparece sobre ella", explica el periodista.

Sin embargo, Lozano y Ruiz ya realizaron un reportaje para Antena 3 TV y, dado su interés, Temas de Hoy les propuso firmar esta biografía no autorizada que descubre varios aspectos desconocidos hasta ahora, que ella ha luchado por borrar o maquillar. Entre ellos sus verdaderos orígenes. "Tita se inventa unos orígenes aristocráticos cuando conoce al barón, dice que es nieta del marqués de Valladolid, un título que no existe", explica Ruiz. Sus abuelos por parte de madre eran agricultores y su padre, "aunque ella decía que era ingeniero, en realidad tenía un pequeño taller mecánico".

El libro también arroja luz sobre sus matrimonios. Ella pintaba su romance con Lex Barker, el Tarzán de Hollywood, como algo "idílico", sin embargo "fue problemático y estaban a punto de divorciarse cuando él fallece". Y con Espartaco Santoni "vivió sus años más turbulentos", incluso con "malos tratos". Ya se conocía que acabó en la ruina, pero no hasta qué punto, "con los muebles embargados, en busca y captura viviendo en una oficina de prestado". Además, añade Ruiz que Carmen Cervera tuvo una labor "fundamental" para que la colección Thyssen llegara a España, ya que teje una tela de araña para convencer al barón. Y todo sin olvidar "cómo funcionan en esta familia los informes de detectives"; porque al igual que Francesca, la hija del barón, "encarga uno durante la guerra por la herencia para lograr datos de su patrimonio y vida íntima", la baronesa "hace lo mismo ahora con Blanca Cuesta para intentar abortar la boda con su hijo". Una boda en la que Borja no tuvo la compañía de su madre, aunque sí en el nacimiento de su primer nieto, en el que parece haber una "tregua" que no reconciliación, puesto que Tita culpa a Blanca de "llevar a Borja por la vida ociosa, las pesas y los tatuajes", siendo que ella le había educado "casi como si fuera un príncipe heredero".

Uno de los aspectos que Tita Cervera siempre ha querido borrar de su pasado es el de su época como actriz del destape. Ella siempre ha afirmado que "le engañaban, le hacían rodar escenas que no habían firmado, pero hemos hablado con directores y actores y aseguran que todo estaba firmado", explica Ruiz. Y añade que "hemos visto películas en la Filmoteca, en las que algunas escenas resultan subidas de tono incluso hoy en día".

LA MADRE-MANAGER

Otro de los aspectos desconocidos de Tita Cervera fue el papel de su madre, "como una mánager", asegura Teo Lozano, una mánager que le diseña un futuro para que cace a un millonario; una mujer que le "busca entrevistas en diarios que le sirvan como trampolín hacia la fama o que pasea a su hija por las distintas agencias para que la contraten".

También se hace hincapié en las "propias contradicciones" de la baronesa. "Pone el grito en el cielo porque Blanca Cuesta aparece en Interviú, igual que hizo ella", explica Teo Lozano; o "respecto al padre de Borja, que en los años 70 y 80 aseguró en repetidas ocasiones que era Manolo Segura, y después lo negaba y decía que era del barón, siendo que cuando nace ni siquiera lo conoce".

También aporta luz sobre su papel en la guerra de los Thyssen donde estaban en juego quinientos mil millones de pesetas, 300 empresas, "cómo se enfrentó al primogénito del barón". O sobre el futuro de la colección porque, según Lozano, "la baronesa se cree dueña del Museo Thyssen, siendo que lo es el estado español, que pagó 60.000 millones de pesetas. Ella es propietaria de 300 cuadros que están en depósito hasta el 2011 y que el estado está interesado en comprarlos".

Lo que está claro es que Tita seguirá en su papel de "baronesa verde", intentando incrementar su colección, pero también aparecerá "vinculada a la batalla que libra con su hijo y su nuera".