El percusionista y batería Roger Blàvia falleció el viernes en Barcelona a los 54 años, al no poder superar una operación de trasplante de hígado. Blàvia dejó su huella en el jazz, pero también en el flamenco, en las músicas de raíz, en el teatro y junto a cantautores como Joan Manel Serrat.

Músico intuitivo y autodidacta, empezó su carrera en Barcelona trabajando, entre otros, con el guitarrista Pedro Javier González y La Fura dels Baus, y tras vivir unos años en Suiza, volvió a Cataluña en 1993. Grabó centenares de discos como acompañante y firmó algunos trabajos como líder de sus propios proyectos. El último, Rhythm Complicity, lo presentó en el 2012.

Desde el 2003 era pieza fija en los proyectos del bajista Carles Benavent, con quien tenía que actuar el próximo día 29 en el festival de jazz de Barcelona en un concierto dedicado, entre otros, a Paco de Lucía. «Seguiremos adelante con el concierto y también se lo dedicaremos a Roger», afirma Benavent, que se reconoce desolado. «Es como si hubiera perdido el compás». De Blàvia destacó su rigor, su amplitud de recursos y que «tocaba siempre escuchando a los demás».

Otro compañero fiel de Blàvia fue el compositor y arreglista Joan Albert Amargós, que contó con él para todas sus producciones orquestales junto a artistas como Estrella Morente, Alfredo Kraus, Miguel Poveda o Serrat. «Tenía una versatilidad grandiosa y una capacidad camaleónica de adaptarse al flamenco». Sus compañeros quieren celebrar un concierto de homenaje, aún sin fecha.