Como un "hombre extremadamente sencillo, de pocas palabras, de risa fácil, conocedor de la vida y de muchas regiones del mundo, respetuoso de todas las culturas y posturas. Ejerce la poesía con orgullo pero sin ostentación alguna, sin complejos ni culpas y también sin exigir privilegios. Como artesano fino". Así definió a Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931) el poeta uruguayo Roberto Mascaró, traductor al castellano de su obra en las ediciones de Nórdica. El bardo sueco, ganador del premio Nobel de Literatura 2011, falleció el pasado jueves. Tenía 83 años.

En 1990 Tranströmer sufrió un derrame cerebral que le paralizó la mitad del cuerpo y le dejó sin habla. La hemiplejia sin embargo, no le mermó la capacidad creativa, Era considerado uno de los poetas más influyentes de Europa y su obra fue traducida a 50 idiomas.