Los pintores Eduardo Laborda e Iris Lázaro ceden temporalmente al Museo Pablo Gargallo de Zaragoza una selección de su colección privada compuesta por 47 obras que exhiben el valor del retrato en Aragón y que se ha gestado a lo largo de cuarenta años. Las obras están fechadas entre 1820 y 1963 y pertenecen a autores aragoneses o muy vinculados con la comunidad. El rostro del tiempo. Aproximación al retrato en Aragón, cuyas obras se exponen por primera vez, se podrá visitar hasta el 21 de junio.

El rostro del tiempo se divide en: Dibujos, compuesta por 20 dibujos y caricaturas a lápiz, carbón, tinta y aerógrafo; El triunfo del estilo, integrada por 13 pinturas al óleo del siglo XX; y Del ideal Romántico a una nueva realidad, formada por tres fotografías retocadas a lápiz y acuarela y por once pinturas al óleo del siglo XIX, que muestran la competencia entre la pintura y la fotografía.

Rafael Ordóñez, jefe de sección de cultura del ayuntamiento de Zaragoza, subrayó ayer en la presentación que a pesar de que "el retrato como género es uno de los más antiguos", durante el siglo XX "no tuvo la repercusión de siglos anteriores", aunque actualmente "el interés ha crecido". Así, destacó la labor de Laborda y Lázaro por "rescatar obras que de otro modo se hubieran perdido".

El proceso de recopilar las obras que componen la muestra ha sido en ocasiones fruto "de la casualidad". De este modo, las pinturas que se exhiben proceden de galerías, colecciones privadas de familias aragonesas, anticuarios e incluso algunas han sido rescatadas del rastro.

PECULIARIDADES

Tan destacables son los retratistas como los retratados en esta muestra. Es el caso del retrato del conocido farmacéutico zaragozano Gabriel Faci creado por Ángel Díaz Domínguez, el pintor de moda en los años veinte, que decoró también el salón comedor del Casino Mercantil.

Se encuentran otras peculiaridades como un boceto para una vidriera realizado en 1931 por el pintor Santos Cuadros, en la que aparece una mujer cuyos rasgos parecen coincidir con Asunción Clavero, esposa de Miguel Larrinaga, el dueño del conocido palacio de Larrinaga. Se pueden hallar también caricaturas aparecidas en la prensa del momento y otras como la realizada por Bayo Marín de Eugenia Enríquez Guijón, Miss España en 1934.