Las influencias arquitectónicas aragonesas y sicilianas que perduran en ambos territorios gracias a los más de 200 años que compartieron bajo la Corona de Aragón se pueden contemplar en 76 fotografías de 46 edificios que se exhiben desde hoy en el Museo de Zaragoza.

La muestra, titulada "Un alma común: la arquitectura sículo-aragonesa", recala en Zaragoza después de haber sido expuesta desde el pasado otoño en Palermo, Siracusa y Roma y supone una "oportunidad de encuentro y colaboración científica y de investigación" entre las universidades de ambos territorios.

Así lo ha destacado durante la inauguración la consejera de Cultura, Dolores Serrat, quien ha insistido en que esta muestra es "el principio de una larga colaboración" que pretende "aproximar lazos" y que ya se ha materializado en convenios de intercambio entre las universidades de Zaragoza, Palermo y Catania y trabajos con las de Nápoles y Roma, según ha añadido Luis Agustín, uno de los comisarios de la muestra.

La exposición se enmarca dentro del proyecto "Corona de Aragón. Historia y Arte" del ejecutivo autonómico, del que también forma parte la muestra "Fernando II de Aragón. El rey que imaginó España y la abrió en Europa", que se exhibe en el Palacio de la Aljafería, y "Aragón y Flandes: Historia de un encuentro", que se mostrará esta primavera en el Paraninfo de a Universidad de Zaragoza.

Sobre "Un alma común: la arquitectura sículo-aragonesa", Serrat ha resaltado las influencias arquitectónicas recíprocas entre Aragón y Sicilia en cuanto a materiales y técnicas como los influjos islámicos que comparten algunos edificios del gótico mediterráneo de ambas regiones.

Aurelio Vallespín, uno de los comisarios, ha recordado que Sicilia perteneció a la Corona de Aragón durante más de 200 años, desde el reinado de Pedro III hasta la muerte de Fernando II "El Católico", en 1516, cuando entró a formar parte del reino de España.

De esta vinculación ha resaltado que la Capilla Palatina de Palermo tiene una techumbre de madera con mocárabes que posteriormente Constanza de Aragón, casada con Federico II de Sicilia, trató de reproducir en la sala capitular del monasterio de Santa María de Sigena (Huesca).

Las influencias mutuas se reflejan en 46 edificios aragoneses y sicilianos de los que se ha realizado una selección fotográfica y un estudio comparativo.

A lo largo de este recorrido fotográfico se puede comprobar la utilización de las bóvedas tabicadas o los avances constructivos empleados en la Seo o el Palacio de la Aljafería de Zaragoza y que posteriormente se encontraron en Sicilia.

También la utilización de cimborrios como los de la propia Seo y la Capilla Palatina de Palermo o la utilización de piedra caliza de Gerona en las ventanas del Palacio Arzobispal de Palermo, del Palacio Ardid de Alcañiz o la Aljafería.

Existen también similitudes entre la techumbre de madera de la catedral de Teruel y la del Palacio Steri de Palermo o entre las soluciones diseñadas para repartir el peso de la cubierta de las catedrales de Taormina y Mesina y la turolense.

A las influencias arquitectónicas y por lazos matrimoniales se unen también las decorativas como las combinaciones de relieve y color que enriquecen el exterior de la Seo, el ábside de la catedral de Palermo o la Colegiata de Caspe, o la presencia del escudo de Aragón y Sicilia en la catedral de Erice, la de Mesina o la capilla Palatina de Palermo.