--¿Qué fue lo primero que pensó cuando le dieron el papel de Carmen Sotillos?

--Pensé en la suerte que tenía de hacer ese personaje tan maravilloso. No era muy consciente de lo que significaba, simplemente sabía que lo quería hacer. A lo mejor si lo hubiese pensado un poco más no me habría atrevido pero me pareció una propuesta tan maravillosa que no me plantee nada más.

--¿Se llegó a arrepentir?

--Arrepentirme no, uno nunca se debe arrepentir de las cosas buenas que le pasan en la vida, solo cuando hace daño a alguien, pero de una oportunidad tan buena nunca, incluso en el caso de que no saliese bien. Si uno al final de su vida hace balance se va a arrepentir más de lo que no ha hecho, que de lo que ha hecho.

--¿Es tan difícil memorizar el papel como parece?

--Si, es muy duro. Pero hay tanta gente que memoriza cosa más difíciles, como oposiciones, que me parece pecado decir que es difícil memorizar una obra.

--¿Qué le ayudó a memorizarlo?

--Clavar los codos, no hay otra.

--El papel es tan conocido como complicado, ¿buscó alguna referencia para interiorizarlo?

--Hay tantas referencias en la obra de Miguel Delibes que no hizo falta recurrir a nada de fuera. Seguro que en el subconsciente hay miles de referencias de conocidas, familia, vecinas u otros personajes de la literatura o películas, pero si acudí a ellos fue de manera inconsciente. En el texto de Delibes está todo y fue uno de los consejos que Lola Herrera me dio. Me dijo: "confía en el texto porque ahí esta todo" y es cierto.

--Le costó comprender el personaje o encontró algo en común con esa viuda de los 60?

--Afortunadamente el camino de la mujer de entonces a la de ahora ha evolucionado muchísimo. Sin embargo es un ser humano y siempre en cualquier ser humano, sea o no de tu cultura, tu época, género, color, siempre va a haber puntos en común y eso es a lo que nos debemos agarrar, no solo para abordar personajes sino en la vida en general. Dicho esto el personaje esta alejadísimo de lo que yo soy, pero cuando te pones en sus circunstancias le comprendes, en cierto modo.

--Tras casi dos años las críticas siguen comparándole con Lola Herrera, ¿qué le supone esto?

--Es que no puede ser de otra forma. Ella ha hecho algo muy grande, estuvo veinticinco años con este personaje y fue la primera que se atrevió a ponerlo en el escenario. Ella tuvo la idea de llevar al teatro esta obra literaria, pese a que todos le decían que era una locura. Ese hecho está ahí y yo no quiero ni olvidarme, ni hacer que nadie se olvide. Ella me ha dejado un gran legado.

--¿Se ve tantos años como ella interpretando el papel?

--No eso es un fenómeno irrepetible. Es un personaje que apetece mucho interpretar porque es muy rico y el texto es maravilloso. A mí no me extrañaría que este conmigo mucho tiempo, pero lo de Lola es un caso excepcional que nunca se ha visto antes en España y no creo que se repita.

--¿Qué cree que opinaría Delibes si te viese actuar?

--Ojalá hubiera tenido la suerte de conocerle, por poquito no fue posible. En su lugar he conocido a parte de su familia que estuvieron en el estreno y creo que les gustó muchísimo. Eso me llena de orgullo y me dio mucha fuerza para seguir. Son personas encantadoras.

--Usted es conocida por sus muchas facetas, ¿tiene ganas de cambiar de registro ya?

--Cambiar de piel como las serpientes es una de las motivaciones que tenemos cuando nos hacemos actores. Sin embargo, no tengo más proyecto que el de hacer esta tarde muy bien la función y el lunes saberme las secuencias de la serie.