La exposición de Natalio Bayo "Retrospectiva 1970-2016" de La Lonja de Zaragoza supone un recorrido por la dilatada y amplia trayectoria artística del autor, que le ha permitido "redescubrir cosas que no había pensado" de su obra.

"Esta muestra permite ver muchos años de trayectoria artística y muchos cuadros que no se pueden ver (algunos de ellos de su colección personal)", ha analizado mientras realizaba el recorrido por la exposición.

Natalio Bayo (Épila, 1942) ha elegido personalmente los 66 cuadros que cuelgan en La Lonja en lo que es una muestra de sus diferentes épocas como artista que empezó a tomar cuerpo cuando en 1970 fue distinguido con el I Premio San Jorge de Pintura que convocó la Diputación de Zaragoza, que es el primer cuadro que se encuentra en el recorrido, y el Premio Beca Marie Blanchard para menores de 25 años.

De hecho, ha confesado que no ha tenido problemas para localizar una parte de las obras expuestas de colecciones particulares, pero también hay otras que las tiene catalogadas pero les ha perdido la pista.

Sesenta óleos, cinco collages y una sanguina sobre cartón son las obras por las que se ha decantado el pintor para que cuelguen en este espacio, en el que realiza su segunda exposición individual tras la que llevó a cabo en 1984, de la que ha afirmado era "inevitable" no acordarse, aunque en aquella ocasión fue monográfica sobre San Jorge, la doncella y el dragón.

Sobre los cuadros elegidos ha explicado que son los "más significativos" de toda su producción, a la vez que ha señalado que en esta ocasión ha optado por no colgar ningún grabado ni dibujo, técnicas en las que también se ha expresado y cuenta con numerosos trabajos.

"He elegido -ha dicho- personajes característicos de cada época determinada, algunos de aspecto decadente en cuanto a la representación del personaje".

Ha recordado unas palabras del pintor japonés Katsushika Hokusai en las que explicaba la evolución y la capacidad artística en función de la década de vida del artista, que concluía con que "a los 100 años hace cosas elogiables".

Por ello ha subrayado que "se sabe pintar a partir de los 70 años" -Bayo tiene 72-, algo que aunque pueda parecer exagerado, "no lo es porque te hace comprender la pintura de unos y otros".

En este sentido ha dejado claro que siempre ha sido un pintor "figurativo" y por ello ha afirmado que le conmueve "más un grabado de Rembrandt, un grabado de Goya o una pequeña pintura de Vermeer, que un cuadro de grandes dimensiones de 3x2 de Jackson Pollock o de las Sopas Campbell".

"Y lo puedo decir porque no tengo ningún reparo en decir lo que me gusta", ha añadido.

No obstante, Bayo ha negado que no le gusten los artistas abstractos, pero ha incidido en que "hay una diferencia entre lo que te gusta y lo que te conmueve" y ha añadido que a él Goya, Rembrandt o Vermeer le "conmueven".

Sobre los personajes de sus obras ha comentado que los representa "desde la soberbia del mundo decadente que han vivido y nos toca vivir", mientras que de los animales se ha decantado principalmente por el caballo porque en su infancia vivió rodeado de ellos y el primer dibujo de un animal que vio fue un caballo dibujado por su padre, así como los dragones, en lo que representa "una lucha entre el bien y el mal".

Sobre sus principios artísticos ha explicado que eran "personajes más comprometidos porque representaban el momento social que tocó vivir en España".

Por su parte, el consejero de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, ha reconocido que esta exposición ha sido "un empeño cuasi personal" porque consideraba que era de justicia y que "toda la obra de Natalio Bayo debía ser expuesta de forma conjunta y uniforme".

"Zaragoza tenía el derecho a disfrutar de todo el conjunto de su obra. Hay muchos Bayos pero lo que transmiten es único", ha incidido.

La exposición, que se ha inaugurado tras la presentación a los medios de comunicación, se podrá visitar desde hoy hasta el próximo 28 de mayo.