El cortometraje español Néboa de Claudia Costafreda y la producción rumano-alemana Prima Noapte de Andrei Tanase ganaron ayer el Premio Danzante de los Concurso Iberoamericano e Internacional respectivamente de la 45ª edición del Festival Internacional de Cine de Huesca que se clausuró ayer. En el apartado documental, el Danzante ha sido para la producción española Cucli de Xavier Marrades. Las obras de Andrei y Claudia consiguen de este modo entrar directamente en la preselección de los premios Oscar.

Con la lectura del palmarés el certamen oscense cierra una edición que se ha caracterizado por una mayor internacionalización del festival, así como de una gran respuesta del público en todas las proyecciones y actos homenajes, y muy buena aceptación del resto de las actividades programadas.

La obra de Claudia Costafreda ha sido destacada por el jurado gracias a «la gran calidad estética» y cómo «entralaza de manera honesta los temas de la memoria y el exilio». Además, la obra de la española ha sido merecedora también del Premio al Mejor Guión, un galardón que se incorporaba por primera vez al palmarés del Festival Internacional de Cine de Huesca.

ESPECIAL CACHO PALLERO / El jurado compuesto por Ainhoa Jauregui, de Unifrance; el director del Festival de Cine Latinamericano de Helsinki, Diego Ginartes, y el actor Ricardo Rodríguez, distinguieron también a Premonición con el Premio Especial Cacho Pallero. Esta producción chilena, dirigida por Leticia Akel, fue destacada por tratarse de un relato coherente que lleva a un enfrentamiento entre dos visiones dispares del mundo. Así mismo otorgaron una mención especial al cortometraje Memory of the land, ópera prima de la artista visual palestina Samira Badran, un cortometraje que resulta a juicio del jurado «una puesta estética arriesgada e impactante, que obliga al espectador a reaccionar emocionalmente frente a los conflictos geopolíticos actuales».

El rumano Andrei Tanase se llevó el primer premio del Concurso Internacional con su cortometraje Prima Noapte por tratarse de «un relato honesto, complejo e impactante, con un guion bien estructurado y excelentes interpretaciones, sobre las complejas relaciones paterno-filiales», según lo destacado por André Guttfreund, presidente de la Asociación Salvadoreña de Cine y Televisión, e integrante del jurado internacional junto a Annette Scholz, coordinadora internacional de Alcine, y Niko, director de animación.

Este mismo jurado hizo entrega del Premio Jinéte Ibérico al mejor cortometraje de animación In a nutshell (Suiza), de Fabio Friedli, por «a través de la técnica stop motion, crea un viaje trepidante y visceral […] que evocan en el espectador un amplio abanico de sensaciones visuales y auditivas. Hace pensar, sentir y reír». La Mención Valores Humanos Francisco García de Paso fue para la producción croata Grimizno, de Dijana Mladenovic, por mostrar «de una situación cargada de tensión en un contexto de guerra». Y finalmente, Jung, de Nehemias Colindres, recibió una mención especial por el «conjunto de ritmo, uso de banda sonora y distintos lenguajes cinematográficos» que hace que el relato cinematográfico sobre jóvenes inmigrantes de segunda generación no caiga en ningún cliché.

En el concurso documental, el jurado formado por el director Guillermo García López, la directora del Festival Internacional de Cine de Reikiavik, Hrönn Marinòsdóttir, y la directora Judith Colell, concedió el máximo galardón a Cucli, de Xavier Marrades, «por conseguir encontrar en lo concreto, con un sólido discurso cinematográfico, conceptos tan universales como el amor, la soledad y la muerte». La obra de Marrades también se alzó con el premio a la Mejor Ópera Prima Anselmo Pié, otorgado por el jurado joven.