De camino hacia su casa de Castilfrío de la Sierra, en Soria, Fernando Sánchez Dragó hizo ayer una parada en El Corte Inglés de Zaragoza para firmar ejemplares de su último libro, El sendero de la mano izquierda , editado por Martínez Roca. "Soy autor de un sólo libro", comentó Sánchez Dragó, "y por eso siempre hay referencias de unas a otras en mis obras". Explicando el sentido de la vitola que acompaña este libro, en el que se dice que es su obra "más transgresora", el autor señaló que "me siento un autor ligado más a la remota antigüedad que al presente, y a la literatura oriental más que a la occidental, y por eso mis libros son transgresores".

ESTOICOS Y EPICUREOS

En este caso, Dragó ha bebido de las fuentes de los filósofos estoicos y epicúreo --como Marco Aurelio o Epicteto-- para ofrecer una "ética aplicada", apropiada para los tiempos que corren actualmente. "En épocas de disolución", explicó el autor, "lo importante no es saber qué es la verdad, sino cómo llegar a ella". Para conseguirlo, Dragó señala las tres patas sobre las que se soporta su libro: "la sabiduría, la ética y la felicidad", que señalan el camino para "llegar a ser el que eres".

Sánchez Dragó expuso que "desde que nacemos nos imponen etiquetas, y se llega a la adolescencia sin saber quiénes somos. A través de los preceptos de este libro se consigue llegar al yo profundo, que supone la verdadera felicidad".

Sin embargo, negó cualquier parecido con el típico libro de autoayuda. "Hay diferencias muy grandes: los libros de autoayuda repiten un discurso adocenado, en el que no hay transgresión", indicó el autor de El sendero de la mano izquierda . "Además, en mi libro hay cultura, y una voluntad de estilo que no está presente en otras obras de ese tipo".